Marisa Lozano Fuego
Ser escritora
Me lo creo y escribo letras que se disfrazan de ternura, o solo de melancolía, me lamo las heridas como lamo un plato de nata, rebañando la intensidad.
Dicen eso y eso suscriben, pues yo os digo que debo serlo, que no lo seré hasta que escriba para él, ella, para ti. Para todas esas personas, para todos esos latidos, para toda la ley injusta, para toda vida sin voz.
Seré escritora cuando escriba del dolor de nuestra Argentina, porque quizás aunque no la lloremos, ella nos llora desde allí. Para todas esas amigas, esos amigos, compañeros que padecen opresión, rabia, hambre, y falta de libertad.
Seré escritora cuando escriba cómo llenar vientres hinchados, cuando erradique el hambre, el SIDA, cuando firme mi voz la paz, cuando mis palabras, saliva, sirvan para concienciar algo, y no solo para vender sueños, no solamente para mí.
Cuando denuncie la violencia y ninguna más esté muerta, escribo mucho por vosotras, siento si aún no lo logré. Sigamos, sigamos sigamos, ninguna vida cercenada, ningún espíritu abatido, ningún dueño y ningún terror.
Seré escritora cuando refleje la voz de todas esas voces, cuando escriba para ti, y para ti, y para ti también. Para vosotros, para ellas, para nosotras, para ellos, sin límite de raza o género, sin postulado y sin edad.
Así seré y podré erguirme, a lo mejor con firmeza y orgullo, o con amor y con desgracia, cuando me escupan, lo seré.
Cuando firme con mi apellido una reivindicación de justicia, cuando un inocente sea libre porque así lo argumenté.
Seré a lo mejor un poquito, un poquito más solidaria, un poco menos egotista si mi palabra no es de mí.
Pues con ella no gano apenas, no gano dinero o fortuna, pero gano las libertades, el cariño y la insumisión.
La idea es que ganéis vosotros, vosotras, todo el mundo, venga, tocad vuestra morfología con la sintaxis de mi ser.
Decidme qué queréis, muy bravas, y muy eternos, muy inconscientes, muy kamikazes y muy frágiles, nada tenemos que perder.
Seré escritora si consigo secar lágrimas en Venezuela, y que esta patria del mundo pueda mecerse con una canción.
Y lo mejor seré Poeta si logro que no arrasen montes, si grito para que el incendio se sofoque con la verdad.
Seré persona cuando logre desnudarme de presupuestos, que me arranquen los prejuicios como una costra o un reloj.
Y que mis actos y palabra vayan de las manos, unidos, que no tenga solo sonrisa para lo que toca mi piel.
Seré, quiero ser escritora, poner mi voz a este servicio, al servicio de las ideas, al servicio de la opinión, violar la voz de la metralla, destrozar la piel del fascismo, cualquiera de ellos, sembrar locura, locura de razón y luz.
Seré vuestra cuando las lágrimas se columpien en las mejillas, las mezclaré con el tintero, copularán con el papel.
Usaré el teclado tan solo, solamente con una mano.
Tenemos dos, una que frena el golpe, la otra para construir.
Seamos por favor, sí seamos, escritoras, escritores, seamos artistas del verbo, pintura, de la música, del dolor, del amor, del cuestionamiento, del grito y de la rebeldía, incluyamos la ética pura dentro del código inpenal.
Vamos, por favor, quiero serlo, ayudadme, dadme latido, dadme palabras, explicadme todo aquello que aún no sé para que pueda relatarlo, suavemente y fiera salvaje,
no tengas miedo, yo te quiero, escribo también para ti.