Marisa Lozano Fuego
Vegetaciones Carnívoras, de Alexander Vórtice
Cuando tocamos las páginas de un libro, el tacto es un sentido importante. Con las yemas podemos sentir cada grito y cada latido. Para sentir una poesía esta ha de tener textura, forma, sabor. No siempre ocurre. En "Vegetaciones Carnívoras" cada sentido se desgrana como una catarata eterna.
Este libro, última creación del escritor pontevedrés Alexander Vórtice, constituye un bello contraste entre la crítica social más fiera y la sensibilidad elegante. Polos integrados de un continuo donde nuestras naturalezas se reconocen. Poemas que claman a la conciencia, verbos que cuestionan y gritan, pasión que se mete en la piel desgranando el corazón de un poeta cuya manifestación de vida es palabra. En poemas como "Fúmame, III", esta crítica se hace consciente: "Engullimos impresiones de cera, / sostenemos caracteres ajenos, /cual sinfonía de traspiés /nos fumamos el aura, la bilis".
Alexander desnuda con honestidad esa doble cáscara que todo mortal lleva como segunda piel, y penetra, cual cirujano de la psique, en la motivación más honda de cada alma. Otros poemas, como "Mi mesa", muestran el coraje de una voluntad firme, una ética indomable que no se doblega ante ambiciones vanas o debilidades terrenas: "Nunca me doblaré por mucho que tus plegarias sean el teatro idóneo de cualquiera demonio".
El poeta nos muestra, a lo largo de sus versos, su lucha constante y su victoria. El escritor desea un mundo mejor, como lo deseamos todas aquellas personas que, al otro lado de las páginas, luchamos por resucitar un ideal entra la cloaca y hacerle a boca a boca a una esperanza. En el poema de mismo título de la obra, "Vegetaciones Carnívoras", Alexander nos invita a ser parte de este universo "Corta la desgracia y conviértela en esperma./Apura el soplo de la vida pertinente,/saborea el inútil fervor de tus víctimas. Pernocta sobre vegetaciones carnívoras/y cuestiona siempre tu forma de vida".
Así pues, como el valiente autor, cuestiona, cuestionemos, seamos parte de este ejercicio vital que Alexander traduce en letras, hilando el vórtice de la ternura con una rebeldía fieramente humana, elegante como la de Blas de Otero, noctívaga como la de Egdar Allan Poe, tierna como la de Benedetti.
Vegetaciones Carnívoras está prologada por la escritora Paquita Dipego, galardonada con el IV premio internacional de Poesía, (Treciembre) con su poemario "Hallazgos de lobos y mar". Paquita refleja en este prólogo bellamente su visión de la obra de Alexander, con frases como "un ejercicio de introspección en lo más profundo del ser en búsqueda de la verdad".
Imperativo adentrarse en este prólogo como primer análisis, y en cada una de las páginas de esta obra, donde la escritora y editora Maria José Mielgo Busturia, Presidenta de la Asociación Cultural Literarte y creadora de la editorial Literarte, realiza una impecable labor de maquetación y organización estética, dando realce a la este poemario, donde contenido y forma se dan la mano y nos guían suave y firmemente al mundo del poeta Alexander Vórtice, donde cada palabra es verdad desnuda, y cada frase marca el inicio de un nuevo paso hacia el futuro. Imperativa lectura para estas navidades, para el año que viene y todos los siglos venideros.