Marisa Lozano Fuego
Jódete, miedo
Jódete, Miedo, jódete.
Voy a enseñarte como muerden los parias, las parias, las fieras. Voy a decirte cuánta bilis es producto solo de ti.Nos encierras en esa cárcel de prejuicios inventados, nos aplicas doble rasero y nos penetra tu doble moral. Todo doble, un dos por uno para que no podamos chillar. Así nos ahogas, miedo, así nos empequeñeces y divides pueblos y sexos. Así nos haces esclavistas de esas tus deudas de poder.
Escucha, piso tu cabeza, piso encima de mis llagas. Piso y supura ideología, sale líquido de verdad. Líquido de color de sangre, secreciones terror lágrima. Defiendo todas y cada una de mis, de nuestras flaquezas. Escribo por todas las víctimas que tuviste y tienes entre las manos, porque les encoges el estómago, porque les atacas con dardos viles. Con caricias envenenadas. Y jódete, la vida es puta, casi tan puta como yo.
Nunca comercié con mi cuerpo, lo haría antes que con mi voz. Lo haría y aboliría las mafias para que otras no fueran explotadas, lo haría por el pan de unos hijos, pero nunca lo haría por ti. Lo haría por placer, por recuerdo, lo haría, solo por amor. Lo haría regalando mordiscos para que nadie se vendiera, mordería el glande del tiempo para volver tu yugo atrás.
Defenestraría la esclavitud, asfixiaría entre mis piernas el dolor y todas las bocas que nunca pudieron chillar.
Regalé a la gente que amaba mi ser, mi caudal palabras, en catarata y en latido, en fuente de revolución. Supongo que juzgas eso, pero nadie te juzga a ti.
Como si tú fueras capaz de levantarte así del suelo, solamente eres de viento, solamente eres dolor. Cada una de mis letras nace de la locura más intensa, de la tristeza más eterna, de la alegría más feroz. Sabes que encierras a la gente en esa cárcel pertrechada de bellas palabras, de besos sin lengua ni alma, con olor a no rebelión.
Una luz de gas calculada, manipulación de las masas, informaciones acotadas, adulteradas por tu ser. Mamamos vergüenza las víctimas, porque nos dices que lo somos. Porque nos coges la cabeza para hacerte una felación. Porque las Mujeres no pueden, no pudimos explotar como Hombres, porque queda un largo camino para conseguir la Igualdad. Porque nos cuestionas, cobarde, y nos dices que es histeria, siempre imaginación nuestra, siempre una tara original.
Muerdo tu cortina de humo…venga, que tenemos neones, estamos hartas de que muera gente por su sexo o su voz. Gente que nace en otro cuerpo o que habla diferente, personas que son diversas, magníficas, vírgenes de ti. Porque no conocen tu rostro y por eso son inocentes, tan puras y tan poderosas que nadie las puede matar. Te asfixiaremos, no lo dudes. Demostraremos que somos de ley. Que nuestra palabra es esencia, y nuestro pecado es pasión. Porque las vidas inocentes y las infancias soterradas se han quedo huérfanas pronto, demasiado pronto, por ti.
Porque las infancias se mueren y los colectivos palpitan, porque hubo gente que murió por su ideología y por su voz.
¡Yérganse todos los cadáveres, rebelión de apocalipsis, para dar testimonio vivo de aquello que el Miedo mató!
Porque seguimos desfilando en brazos de diosa censura, porque seguimos dividiendo y haciendo metralla de voz. Jódete, Miedo, yo disfruto cuando veo cómo te encoges, cuando crezco diva magnífica, y crece esta dulce legión.
Parias dulces, fieros, rebeldes, hijos del dolor y la sombra, criaturas adormiladas que rugimos un despertar.
Personas iguales, desnudas, seres que no tenemos nada, y por eso, Miedo querido, tampoco nada que perder.
Orden de acercamiento, venga, venid a mí todas las almas, las almas dulcísimas, parias, tan rotísimas como yo.
Orden de acercamiento al beso, a la ternura, al óleo, al tiempo, vamos a romper las cadenas con los dientes y la emoción.
¿Quién puede derribarnos?
¡Nadie!
Hay sentencia para el silencio, para la intolerancia yerma y el fachismo de la ilusión.
Venga, dictemos unas líneas todas onduladas, torcidas, que nadie siga líneas rectas, mordamos el cuello del sol.
¡ Venga, acércate, tú también, todos, todas, rápidamente, vamos a comernos las vísceras de aquella basura mortal!
Vamos a versar, muy muy fuerte, vamos a tocar el silencio, a derrotarte con sonrisas, a escupir a la oscuridad.
No vamos a engordar el odio y no vamos a engordar la ira, vamos a dibujar estrellas donde tú pones impiedad.
Vamos a tendernos las manos y hacer una guirnalda fuerte, un lazo tan fuerte, Miedo, que nunca lo podrás romper.Un lazo de amor y de trino, pajarillos de la dulzura, de la incorrección más rebelde, criaturas vírgenes de ti.
Y cuando las vidas de todos, y de todas, vidas humanas, te demuestren que tú no mandas, eso será la Libertad.
Libertad de expresión y verbo, libertad de acción y derechos.
Libertad, profilaxis viva de ese sucedáneo de horror.
Bowie conoce nuestro lema :No tienes poder sobre mí.
Repitámoslo muy muy fuerte, repitámoslo muy muy alto, Miedo, da la cara, cobarde, no nos puedes arrebatar ni la gloria, ni la poesía, ni la ternura, ni el deseo, Miedo, jugaste mal tus cartas, voy a fondo perdido, sí.
Y cuando quieras rebatirnos, o cuando quieras denigrarnos, ensuciar nuestro nombre y rostro…témeme. Sonreiré.
Y cuando quieras ofenderme, a mi o alguno de los míos, mis letras morderán tus ojos y te dirán: esta es mi ley.
Hola, Miedo, cariño, perro, un día miraré tu cara y escupiré sobre tus labios:
NO TIENES PODER SOBRE MÍ.