Luis López Rodríguez
Un debate honesto
Hoy, 8 de Marzo, se prevé un gran éxito para la Huelga Feminista convocada con motivo del Día de la Mujer Trabajadora. No obstante, la convocatoria ha venido precedida de cierta polémica a raíz del contenido del Manifiesto 8M a través del cual se llamaba a las mujeres a cesar toda actividad y manifestarse en las calles.
Es cierto que el texto no ha tenido la aceptación de todo el espectro feminista, pero más allá de entrar a valorarlo, me gustaría detenerme en las críticas al manifiesto que algunos actores políticos han aducido para no secundar la huelga.
1. Es una convocatoria elitista porque sólo pueden secundar la huelga las mujeres que tengan empleo. En verdad no sé cómo quienes afirman tal cosa han podido llegar a esa conclusión. La convocatoria alude a todas la mujeres sin distinción por su situación laboral.
2. Promueve la androfobia. La huelga de hoy es una llamada a la consecución de la igualdad entre hombres y mujeres, no hay en el manifiesto ninguna expresión denigrante ni ofensiva dirigida al género masculino, salvo quien pueda entender de esta forma el rechazo frontal a la violencia machista.
3. Es antisistema. Por supuesto. Un movimiento que denuncia la existencia de un sistema que maltrata, explota y excluye al 50% de la población es, por definición, antisistema. Se trataría, por tanto, de un epíteto, pero si quien lo utiliza lo hace para denostar las reivindicaciones de las convocantes quizás lo que pretende es otorgarle un carácter extremista, sugerirnos la imagen de jóvenes encapuchadas quemando cajeros ¿Es eso? En el texto no se aprecia preferencia por sistema político alguno, lo que sí hace, como veremos en el siguiente punto, son determinadas críticas a políticas concretas.
4. Es anticapitalista. En este caso el uso de la metonimia resulta interesante. Veamos cuáles son las críticas concretas al capitalismo que incluye el manifiesto y si podemos deducir de ellas que, efectivamente estamos ante un manifiesto anticapitalista.
- En referencia al trabajo doméstico y de cuidados dice: <<Que mayoritariamente sea gratuito o esté devaluado es una trampa en el desarrollo del capitalismo>>.
- En cuanto a la explotación y violencia machista: <<Llamamos a la rebeldía y a la lucha ante la alianza entre patriarcado y capitalismo que nos quiere dóciles, sumisas y calladas>>.
- Sobre el papel de la mujer en la lucha contra el cambio climático: <<Gritamos bien fuerte contra el neoliberalismo salvaje que se impone como pensamiento único a nivel mundial y que destroza nuestro planeta y nuestras vidas>>. En un párrafo que concluye: << Exigimos que la defensa de la vida se sitúe en el centro de la economía y de la política>>.
- En alusión a los conflictos armados: <<Las guerras son producto y extensión del patriarcado y el capitalismo para el control de los territorios y de las personas>>.
Éstas son las referencias al capitalismo que aparecen en el texto. Son cuatro críticas concretas, acertadas o no, que no ponen en cuestión la validez del sistema en sí, sino determinadas prácticas que se realizan bajo su amparo. Parece que la intención de encasillar como anticapitalista a un movimiento por cuestionar ciertos aspectos del capitalismo responde mejor a la intención de eludir el debate que esas cuestiones plantean que a la búsqueda de un calificativo preciso.
Es natural que una parte del feminismo pueda no verse representada en esta convocatoria y por ello el debate es necesario, pero la falta de honestidad de determinados argumentos nos lleva a preguntarnos si algunos no estarán más interesados en entorpecerlo y deslegitimarlo que en contribuir a su buen desarrollo.