Marisa Lozano Fuego
El grito
Cuando miro ese cuadro siento angustia, me impresionan sus contornos, lo desdibujado de su terror. Recuerdo el miedo, el miedo de mi infancia, el terror a lo desconocido, al coco y a la oscuridad. Recuerdo todas esas veces que no encontraba la ventana, y que la puerta se me abría con un graznido de temor. Temía al Conde Drácula, al Monstruo debajo de armario…con el tiempo ese temor se transformó y comenzó a crecer.
Ese miedo se hizo pequeño, y empecé a masticar el miedo, a abofetearle la cara para indemne, resucitar.
Resucitar muy poco a poco, suavemente, sinceramente, como si fuera una caricia, una sirena o un titán.Y cada vez que temo algo, un puñal o una emboscada, entonces le parto la cara a la furia y al dolor. Entonces sonrío, sonrío, porque el vértigo no me puede, y tampoco os puede a vosotros, ni nos puede a nosotros, no.
Cuando nos hacemos más grandes nuestros miedos también aumentan, pero la capacidad de matarlos está en nuestro corazón. Y como late, y destroza, y revienta, y bombea, entonces nosotros guiamos, entonces ondeamos valor.
Una vez escribí un artículo titulado 'jódete, miedo', y lo sigo diciendo siempre, y lo sigo diciendo, sí.
Jódete Miedo, no me puedes,te reviento con un abrazo, a la oscuridad me la como, decidlo vosotros también.
Que no nos puede, somos grandes, más grandes, más grandes, más fuertes, más enormes y más sinceros que el pálpito de un terror.
Y cuando el miedo se nos siente al lado y se nos fume el alma, tendámosle una blanda mano, y digámosle, se acabó.
Ya he crecido y sigo temiendo, pero sabéis lo que he aprendido, si sonríes hacia el silencio el terror no te puede arder. Y si enciendes la luz y gritas con todos los gritos unidos entonces el miedo se marcha, y el dolor se vuelve ficción.
Me agota sentir los mordiscos, y las pullas, me hacen gracia, mucha gracia porque soy piedra, y cañón, no carne de él. Y he sentido tanto miedo y lo he tenido tan dentro que ahora mismo me lo cepillo, y lo mismo debéis hacer.
Así que si un día os erguís con un temblor en las entrañas, pensad que sois geniales, fuertes, pensadlo ahora y de verdad. Y a pecho partido y de cara, el miedo se va o se hace amigo, todos somos parte de miedo y parte brava de valor.