Luis López Rodríguez
Pozole
Ahora sí me van a oír, ¿entendieron? Pues claro que entendieron, cabrón. Con Don Gonzalo aquí a mi verita todo se entiende mejor, ¿no es cierto? ¿Saben cómo le decimos sus amigos a Don Gonzalo? Gonzilla, a este gigantito le llamamos Gonzilla, no me digan que no es un nombre bien padre. Nunca vi que hablaran de él, qué pena que ya no vayan a poder hacerlo, seguro les quedaba una noticia bien chingona. Ay, pero no tiemblen, los muertos no tiemblan y ustedes ya llegaron calavera. Ustedes nomás se murieron por andar curioseando, se creyeron muy weyes porque la gente les leía sus historias, pero eso ya se acabó, cabrón. Aquí las historias las escribe Don Gonzalo con sus manazas de gigante, ¿lo ven? Claro que lo ven.
Aun tienen ojos, Don Gonzalo se los respetará hasta el final, así podrán llorar y ver todo lo que es capaz de hacer este buen amigo mío. Qué importante es tener buenos amigos que le ayuden a uno a solucionar sus problemas, ¿no les parece? Y es que ustedes se empeñaron en ser mi problema y,- ahora ya lo saben-, mis problemas los soluciona Gonzilla. No tienen que preocuparse, los va a dejar bien hermosos, sus mujeres se van a estremecer de tan lindos que van a salir de aquí. A lo mejor están pensando que yo disfruto con esto, pero se equivocan, a mí no me gusta hacerle daño a la gente, lo que sucede es que ustedes me estuvieron buscando y ya me encontraron, se los advertí varias veces, pero prefirieron mandarlo todo a la chingada. No está bien meterse en la vida de la gente, cabrón.
Sólo tengo una curiosidad, bueno, tengo muchas, -no soy un hombre con muchos conocimientos-, me refiero a que tengo una curiosidad con respecto a qué pinche mierda tenían en esas cabezotas para pensar que podrían hacer lo que les saliera de la madre. Ah, ya sé, ya sé, era su trabajo, tenían que contar la verdad, informar a la gente para que sepan qué sucede en este país. Está bien, muy… ¿Cómo se dice? Muy loable. Pero sigo sin entender una cosa, wey, si ustedes están tan bien informaditos y saben tan bien lo que pasa en este país ¿Por qué diablos siguieron adelante? ¿Qué no leen las noticias que escriben, cabrón? A lo mejor querían esto, wey, ser los mártires de una profesión en la que nunca iban a encontrar reconocimiento porque son unos mediocres, porque les sobraban huevos pero les faltaba cabeza.
Esto es importante, me da que pensar. Se me ocurre que en lugar de abandonar sus cuerpitos deshechos en la entrada de sus casas, nomás acabemos desapareciéndolos, Don Gonzalo hace un pozole excelente. ¿Les parece un castigo justo? Porque yo tengo que castigarlos, pero la justicia es importante, cabrón, no se puede aplicar sin sentido, si no seríamos animales, y nosotros somos personas, necesitamos unas normas que todo el mundo pueda entender. Vamos a hacer una cosa, mientras medito, ustedes le van ir respondiendo muy amablemente a Don Gonzalo las preguntas que les vaya realizando y cuando vuelva les comunico mi decisión, ¿les parece? Muy bien, pues los dejo en sus manos.