Manuel Pérez Lourido
Broke Lord
Cuando escuché "Death of a flower" (Belamarth-GOG Artifacts) se me abrió la boca, ella sola. Luis Boullosa, artista polifacético que igual edita un libro sobre la literatura en la música rock (El puño y la letra, 66rpm, 2013), que se ocupa en otro de los auténticos malditos del auténtico underground patrio (Santos y francotiradores, 66rpm, 2016); o saca a la luz Karate Press, una revista cultural de esas pocas que merecen tal nombre; o arrumba ideas a dos blogs: Kaput magazine y Vuelva usted mañana; o toca el bajo en una banda de punk-rock (Gog y las hienas telépaticas, dos discos, incontables bolos, muchos trallazos); o sube hinópticos dibujos a su muro de Facebook... ¿por dónde íbamos...? Vale, que resulta que, en los ratos libres (literal) había sacado tiempo para inventarse un nick irónico, Broke Lord, y una joya musical en clave de post folk, o al menos así lo definen críticos musicales más sesudos que yo, que ni siquiera lo soy. Aunque he aprendido que cuando tu boca manifiesta motu proprio sorpresa y admiración, mejor es rendirse a la sorpresa y la admiración.
Death of a flower fue grabado en los estudios La Mina de Sevilla de Raúl Pérez (Pony Bravo, Guadalupe Plata, Maika Makovski, The New Raemon, Niño de Elche...) y supuso un espaldarazo de la crítica para las anchas espaldas de LB, que sin embargo consiguió vender lo justo para no arrojar la toalla. ¿De qué pensaban que venía lo de Broke Lord? Oigan, oigan: "El proyecto sigue y está más que vivo, aunque por el momento no veo posible hacer nada en directo. Para hacerlo bien, al nivel de lo que hay en disco, habría que involucrar a bastante gente y currar mucho, y eso no se puede hacer para patear garitos pequeños y ganar diez pavos por noche. Punto. Ya tengo muchos modos de perder dinero y no necesito otro."
Death of a flower (Orphan records, 2018): voz rasposa entre Waits y Cohen, lirismo anglófilo en letras que auscultan la vida y la muerte (¿sobre qué rayos va todo?), coros de Macky Chuka para darle más ángel a la mezcla. La flor de la canela y usted que lo vea y, sobre todo, lo escuche.
Pero en realidad estábamos aquí para hablar de la segunda aparición de BL, o sea, de LB. Se trata de Nazgul says, producido por los mismos en el mismo sitio que el anterior. En este caso el mérito de Raúl Pérez es doble: interviene mucho más que en DOAF, en el sentido de que viste más las canciones, pero deja siempre espacio en las sisas, en las mangas y en los dobladillos y, sobre todo, el traje le cae como un guante a los textos y las músicas de Broke Lord.
Nazgul says es una especie de viaje astral en lo lírico y en lo musical una ponzoñosa balada de sintetizador. "Oh I’m a little lost boy..." parece citar al "little boy lost" que hizo desfilar Dylan en "Visions of Johanna", dislcupen ustedes la paranoia. " Now I'm carrying the sun in a wheelchair all the way down to the mall", este precioso verso es casi una amenaza en la ronca voz de LB "Ahora llevo al sol en un silla de ruedas camino del centro comercial". O sea, un par de minutos de disco y ya hay que quitarse el sombrero. Está claro que cogeremos un resfriado.
¿Qué está Leonard Cohen y sus coristas acechando tras los surcos?, ¿que se oye un poco a Tom Waits tras un mes a miel con limón?, ¿que se pasa Nick Drake arrastrando los pies y acatarrado? ¿que manda un telegrama Kurt Wagner desde Lambchop? También, y a mucha honra. Las referencias musicales suelen irritar a los músicos que las suscitan y espero que a Broke Lord estas le fastidien lo suficiente.
El bajo de Hole of a soul se deja oir más claramente, que es el que piden frases como "Yes I live in the skull of a cat" (Sí, vivo en la calavera de un gato) o "Outside the room where we're fucking / all the specters come and go..." (afuera del cuarto donde estamos follando / vienen y van todos los espectros".
Ilumination tiene la belleza de un paisaje folkie y aporta la luz que anuncia su título, la voz suena más relajada aunque sea la de un alma "stranded in the city" (varada en la ciudad). La aportación de Macky Chuka es relevante, una vez más para dotar, al conjunto de luz. Macky Chuka es la sal y la pimienta de la salsa de Broke Lord.
La base rítmica de Everybody is weak salpica el tema con su animada cadencia mientras BL suelta una frase dylaniana hasta la médula en el estribillo "Everybody's weak: everybody's weak / and the ones who are not weak / they're getting sick". De hecho, si te dicen que es de una letra de Bob Dylan respondes que ya lo sabías. Es más, aún voy a rebuscar para confirmar que LB no se la ha robado al de Minnesota... Hablando de Dylan, BL hace un homenaje al Pay in blood del album "Tempest" de 2012 con el penútimo corte de "Nazgul says": Pay in rain.
Digital Mother es un alegato contra los males de la opresión tecnológica, la anomia y la confusión y Eve of all churches burning una maravilla de casi siete minutos que arranca con música hipnotizada que terminará hipnotizándole a usted con la ayuda salmódica y solista de la Miss Chuka.
New town es una pieza pop con su guitarra surcando el aire y BL pronunciando con cuidado confesiones como que escucha a Neutral Milk Hotel (¿quién no?) y dejando caer que "¿qué podemos esperar de un ciego guiando a otro hacia el gran final de la misa negra de todas las eras / bajo un gigantesco icono de Facebook?". La del ciego guiando al ciego no es la única referencia bíblica de BL ni lo único que tiene en común con Nick Cave. El Gog de las Hienas procede del Libro de Ezequiel y es citado también en el de Apocalipsis. Una de las magníficas fotos del trabajo artístico del album muestra una imagen tomada desde un coche de un desvío de autopista con el número 666. Aunque, por si se lo están preguntando, Nazgul no procede de las Escrituras sino de Tolkien (El señor de los anillos), aunque Tolkien estaba empapado de la Biblia...
Si uno fuese un guaperas indie, hipster o alternativo que utilizase expresiones como "entra muy bien" para definir las bondades de un disco, eso sería exactamente lo que diría. Pero como no lo soy, va a haber que esforzarse más. Lo cual llevará a asegurar que, sin ser ninguna perita en dulce, deja un sabor que podría calificarse así. ¿Cómo hace BL para conseguir este efecto con sus turbadores ingredientes? Amigo, el talento es lo que tiene.
Ahora, como colofón, transcribo una conversación entre servidor y un escéptico. Todavía no se ha producido, pero todo se andará:
Escéptico - Pues yo definiría la música de BL como inquietante,
Servidor- Aunque lo sea, a ratos más, a ratos menos; también es penetrante, seductora y adictiva.
Escéptico- Pues yo diría que si no va a girar con este proyecto, menuda gaita.
Servidor-Usted cómprese el disco y cállese. ¡Nazgul says es un discazo!