Vicente G. Rivas
¿A quién le importa cómo se llama la mujer del presidente del Gobierno?
Cuando un servidor se formaba en las etapas de EGB, BUP y COU difícilmente llegábamos a estudiar los tiempos en los que Franco hacía de las suyas en este país al que ahora, unos y otros, sitúan en primeras páginas de periódicos de todo el mundo, casi siempre por cosas nada positivas.
Por entonces -hablo de aquellos momentos de formación académica básica- creo que sabíamos de antemano que no llegaríamos a esa parte del temario ¿Por qué? No tengo una respuesta muy válida, aunque soy de los que siempre he pensado que si era por cuestiones de tiempo, llegados a este momento de la película, tal vez hubiese sido recomendable un poco más de historia contemporánea que de prehistoria, pero bueno, donde hay patrón...
En la actualidad, observando los datos de algunas encuestas, en las distintas fases educativas de hoy nada ha cambiado. Es decir, que si a un adolescente o no tanto le preguntas por quién era Franco la respuesta puede ser desde un portero de fútbol, hasta un actor, pasando por un tipo que tenía máquinas recreativas. ¿Y si la pregunta se refiere al nombre de la esposa del presidente del Gobierno? Entonces... la hecatombe.
Esta reflexión es al hilo de una noticia aparecida en algunos medios de comunicación. En el Registro Civil de Almería, a un inmigrante de origen senegalés que lleva una década en este país se le ha denegado la nacionalidad por no superar una de las preguntas que se le planteaban en el proceso. El suspenso se debió a que ¡desconocía el nombre de la esposa del presidente del Gobierno! Hay que decir que este 'suceso' tuvo lugar durante el último mandato de Zapatero.
En un país con unos índices de fracaso escolar más que alarmantes, en el que los licenciados cobran 5 euros la hora (6 si tienen idiomas y 7 con un máster); donde de la corrupción no se salva ni el apuntador; con un Gobierno que en un año ha incumplido el 80 por ciento (y creo que soy generoso) del programa con el que se presentó a las elecciones y una oposición desaparecida. Una nación en la que los bancos reciben dinero y a los ciudadanos se les echa de sus casas... ¿Conocen los jóvenes y no tan jóvenes cómo se llama la esposa del expresidente Zapatero? Lo extraño es que el pobre senegalés quiera intentar, siquiera, conseguir la nacionalidad española. No habría que denegársela, sino abonarle una cantidad (en un sobre incluso) por su valentía.
Al ritmo al que los nacionales españoles abandonan estas tierras -Imperio en el que nunca se ponía el sol o Una, grande y libre, rememorarán algunos nostálgicos trasnochados- en el marco de lo que la ministra de Empleo denomina "movilidad exterior", dentro de poco necesitaremos gente... hasta para trabajar.
Por fortuna, la Audiencia Nacional ha admitido a trámite el recurso de esta persona y, según su abogado, parece que puede tener buen final. Para los curiosos, las otras preguntas que planteó la funcionaria del Registro Civil de Almería al aspirante a español fueron los colores de la bandera de España y el nombre del Rey.
Sin duda, a la vista de acontecimientos de este calibre, cabe la afirmación de que Spain is different. Por cierto, ¿cómo se llamaba la mujer del expresidente Zapatero? ¿Y la de Mariano Rajoy?
No vale recurrir a la wikipedia. Quien no sepa las respuestas correctas... tendrá que replantearse su idoneidad como español.
20.04.2013