Paula Villaverde Ferreño
SOTEU 2018
El pasado miércoles 12 de septiembre, se ha celebrado el discurso sobre el Estado de la Unión Europea 2018, conocido por sus siglas en inglés como "SOTEU".
Desde el año 2010, el presidente de la Comisión Europea presenta su discurso ante el Parlamento Europeo. Éste ha sido el cuarto y último para el actual Jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.
A solo 8 meses de la gran cita electoral, Juncker expuso su deseo de que estas elecciones marcasen "un hito en la historia de la democracia europea". En los comicios que se celebrarán el próximo 26 de mayo, resultarán elegidos los nuevos eurodiputados, pero también saldrán los presidentes de tres de las instituciones más importantes de Europa: Comisión, Parlamento y Consejo.
En esta ocasión, Juncker realizó un discurso marcado por la próxima celebración de las elecciones. Asimismo, los eurodiputados también marcaron las líneas clave de la agenda política actual: temas como el cambio climático, la economía y en particular, la migración.
La crisis migratoria ha provocado las divisiones entre los estados miembros y también ha mostrado la incapacidad para actuar de la Unión Europea. Esta crisis, además de provocar las diferencias de postura entre los distintos ejecutivos nacionales, ha potenciado -como ya he expuesto en otros artículos- la emergencia de los partidos euroescépticos populistas que se nutren del malestar social en sus países con la sensación de pérdida de status social, donde acusan a los inmigrantes de todos sus males.
El pasado año, en el SOTEU 2017, el presidente de la Comisión quiso reflejar su preocupación por la falta de solidaridad entre los Estados Miembros en este discurso. Juncker demandó unidad ante la política migratoria, donde los progresos están siendo insuficientes: "La UE debe continuar brindando refugio a quienes son perseguidos". Estas proclamas se realizaron en el 60 aniversario de los Tratados de Roma, donde apeló a reflexionar sobre los objetivos y valores que persigue la UE.
La pérdida de valores comunes es lo que ha provocado la desaprobación por parte del Parlamento Europeo, al primer ministro húngaro, Viktor Orbán. Activa por tanto la Eurocámara, el artículo 7 del Tratado de la Unión Europea, donde el peor escenario sería la suspensión del derecho al voto en el Consejo.
Las Fake News han sido otro de los temas clave de las exposiciones de los eurodiputados, la seguridad en las elecciones es algo que preocupa, y mucho, a los líderes europeos: "no decidirán trolls, ni Cambridge Analytics, decidirán los ciudadanos". Juncker anunció propuestas para reforzar la protección de las fronteras defensa ("desde la mejora en la protección de las fronteras exteriores a una nueva asociación con África") como el impulso el euro como divisa internacional. También propuso acabar con el cambio de hora estacional.
Como era de esperar, el presidente de la Comisión apeló a la unidad frente al populismo. En un discurso donde hubo pocas novedades planteadas- algunos expertos en política comunitaria califican este discurso del más amargo para Juncker- en estos 4 años, Europa ha vivido amenazas no sólo internas (ascenso populistas, Brexit…) sino también externas, como la victoria del polémico Donald Trump.
Por todo lo anterior, me sumo a la petición del presidente de la Comisión Europea: "que la UE hable con una sola voz en el escenario global, que defienda sus valores democráticos (…) El mundo de hoy necesita una Europa fuerte y unida".