María Biempica
This is us:
Y así es. Como bien dice el título de esta serie de Netflix "Así somos". Enganchada desde el primer capítulo, llevo toda la primera temporada que lo mismo lloro desconsoladamente como río a carcajadas. Y es que, una vez más, la capacidad de asombrarnos que tienen estos guionistas americanos es sorprendente.
No les cuento de qué va para no fastidiarles la trama, pero una serie en la que aparecen desgranadas las dichas y desdichas de una familia en la que lo más sencillo que les ocurre es tener trillizos, se convierte en la única vía de escape para poder sobrevivir a tanta trivialidad política, másteres encubiertos y demás miserias humanas con las que nos engañan día a día. Y sí, me hago cargo de que al final prefiero que me cuenten un cuento a través de Netflix, que en el telediario de turno.
Y así somos: geniales, fanáticos, psicópatas, utópicos, banales, profundos, transparentes, maquiavélicos, arrogantes, humildes, mentirosos o sinceros. Es más, creo que podemos llegar a ser todas esas cualidades en una misma tarde, ya que son muchas las pruebas a las que nos someten a diario y, qué quieren que les diga…a mí me gusta desconcertar.
Ayer mismo tuve que enfrentarme cual psicópata despechada con un inspector de educación de la Xunta con la única finalidad de demostrarle que hay personas que no mentimos. Y vive dios que al tipo el personaje que me tocó interpretar por circunstancias de la vida, se la peló. Un tipo al que la especialidad de mi situación se la trae al pairo, mientras no cumplas los plazos establecidos (es raro que un funcionario, a no ser que te conozca, tenga un nivel mínimo de empatía) y por eso también los considero en cierta medida psicópatas.... no voy a ser yo la única.
Eso sí, me gustaría reencontrármelo cualquier otro día, interpretando un ser que ni yo misma reconoceré y, mientras nos tomamos una caña, él, amable y con una inesperada empatía, me explicará con aire desenfadado y media sonrisa en su rostro, que mi situación se la sigue pelando porque sigo sin cumplir los plazos establecidos. Pero qué quieren que les diga, así somos, una sociedad con múltiples caras en la que lo mejor que te puede pasar es tener trillizos.