Se trata de un bacheado, de un relleno grotesco pobre y circunstancial para tapar el agujero de la necesidad de "hablar" a cuantos más mejor, a esa nada despreciable cantidad de lectores que posiblemente te visiten, observan tu esfuerzo por vomitar aquello que casi te molesta dejar sin descubrir, pasan de ti con su censura callada, la peor de todas, y te ignoran obligándote a que lo intentes de nuevo con el convencimiento banal y estúpido que un día cualquiera les ganarás la batalla y los tendrás a tus pies con la sonrisa facilota de los hipócritas y la frase de rigor, - Buen relato, amigo?, o, por el contrario, volviendo la oración a pasiva, lo único que buscas es leerte tú para ver qué has hecho, si mereces la pena, si has sido sincero o artificial, si la hoja en blanco acaso no sea tu retrato de D. Gray en el que dejas los residuos de tu poesía fallida como dejas cada mañana las deposiciones molestas de tus manjares más exquisitos?
Te juro que esta hoja en blanco sólo será una hoja mal cubierta, como todas, que dejará más insatisfacción que liberación en mi espíritu. Una hoja nada más, cuyos límites no traspasaré bajo ningún concepto luego de haberla diseñado en Times New Roman, con tamaño de fuente 16. Sabes por qué?, sencillamente porque aunque haya dado la vuelta al monitor, no encuentro el envés a este folio para que, sin dejar de ser página en blanco, surjan escondidas las sombras chinescas que se ocultan tras lo que se ve o queremos que vean los demás.
Es fácil cubrir bobina. Lo difícil es hacerte querer por ello.
Carlos Regojo Solla