Beatriz Suárez-Vence Castro
Oda al saludo
ODA AL SALUDO
Para Niña Burbuja
Al saludo quiero hacer
Una oda particular
Pues parece estarse perdiendo
El arte de saludar.
Pruebe a dar los buenos días, tardes, noches
Según hora,
Se le quedarán mirando
Como a una especie invasora
¿A quién puede no gustar
Tal señal de cortesía
Cuando un saludo bien dado
a todos alegra
el día?
Un Hola, Adiós, un Hasta Luego
O el, ya más reciente, chao
Todo vale
Con tal
De ser un poco salao.
Hasta al vecino ruidoso
Lo miras de otra manera
si sonríe y te saluda
al cruzarlo en la escalera
Entre el móvil y los cascos,
Las prisas, los atascos,
Los madrugones, las siestas,
La cuesta de Enero
después de las Fiestas,
ninguna excusa nos falta
con tal de no ejercer
el noble arte del saludo y
dejarlo fenecer.
Es costumbre tan bonita
Y merece tal derroche
Que queremos al que pita
Y nos saluda desde el coche
Nos hace tanta ilusión
-No me digan que no es cierto-
Que devolvemos el saludo
Sin saber quién está dentro.
Hay que hacérselo saber
Al niño, al adolescente
Al transeúnte, al abuelo
Al quiosquero, a tu mascota
Que el saludo es importante
Que se tome buena nota.
A este gesto, como poco,
Hay que hacerle
un homenaje
pues honra del mismo modo
tanto al rey como a su paje.
Tiene el arte del saludo
toda una historia propia
Y a esa historia añadiría
Un poco de Geografía:
desde el Ave César Romano
a la nariz esquimal
puede ser campechano
O de tipo más formal
El inglés o el canadiense
No es amigo de besar
Con ellos, mejor la mano
a la hora de saludar.
Lo más correcto sería
si visitamos Japón
doblar la espalda un poco
Y hacer una inclinación.
España, Holanda y Francia
son países besucones
Y, según en donde estés,
te puede caer un beso, dos
e incluso tres.
Sin embargo es en Rusia
Donde más besos se sueltan
Hasta seis en un saludo,
No esperes llevar la cuenta.
Además del país, importa
El oficio al que te dediques:
Agita, surfero, dos dedos
Aunque un poco te salpiques
Tres, enseñan los roqueros
Y la lengua si es rock duro
La mano a la frente el soldado
para no verse en apuro.
El saludo está presente
también en decoración
del vistoso gato chino
al perrito procurador
aunque en mi casa
no pondría
a ninguno de los dos.
Con toda esta influencia
En la vida cotidiana
¿Permitiremos
Se pierda
Una costumbre tan sana?
Revivamos el saludo
Y hagámoslo con premura
Que en este mundo de locos
Saludar, nos da cordura.