José Antonio Gómez Novoa
Ventana Indiscreta: Mentiras
Hablan de datos contrastados, y lanzan a los cuatros vientos las cifras de un 87% de denuncias archivadas o sobreseídas en relación a la violencia de género, y otros partidos asumen su relato en la lucha por un espacio electoral. Mentiras, bulos, fake news, paparruchas o como quieran ustedes llamarlo, pero ante un problema tan serio, hay que levantar la voz.
Intentaré desmontar los argumentos absurdos que en esa materia se expanden por todas las redes sociales y medios de comunicación en base a mi experiencia en el mundo penitenciario, lugar ideal para un observatorio social.
Un porcentaje elevado de las mujeres que ingresan en prisión sufren o han sufrido maltrato por parte de sus parejas. Son mujeres que sufren una fuerte dependencia psicológica de la figura masculina y que acusan la falta de autonomía.
He vivido situaciones incompresibles y muy dolorosas que definen muy bien cuál es el problema de fondo. Mujeres que después de haber sido agredidas acuden a intentar comunicar con su pareja con la cabeza vendada y un ojo hinchado. Funcionarios que tienen que entrar en la sala de comunicaciones por los gritos y amenazas en la mayoría de los casos del hombre hacia la mujer. Familiares del agresor, defendiéndolo como una persona ejemplar, y cuando lees la sentencia te encuentras con una realidad que supera lo descriptible en este espacio. Víctimas que firman el acogimiento del permiso para el maltratador, y que te suplican por teléfono para que no se lo concedas.
Se lanzan estadísticas manipuladas alegremente, se mezclan conceptos totalmente diferentes como son las denuncias falsas con las sentencias absolutorias, e intentan evitar pronunciar “violencia de género”, cuando cualquier persona que haya profundizado un mínimo en esta lacra, sabe perfectamente que nos encontramos ante la manifestación más cruel de la desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres.
Es un problema con trasfondo educativo y que afecta a todas las esferas de la sociedad (ricos, pobres, adultos, adolescentes). Cerca de 1000 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas desde año 2003 en España, y es lamentable que nuestros “representantes” estén jugando políticamente con una situación tan dramática.
Las medidas paliativas son importantes, pero más lo es actuar sobre las causas y sobre los factores de riesgo para impedir que aparezca el problema. La fórmula magistral contra esta lacra se fundamentaría en claves como: la enseñanza desde la infancia, educar a los niños y a las niñas en igualdad, fomentar actitudes de respeto entre la ciudadanía, el establecimiento del ejercicio pleno de la igualdad en el trabajo, evitar mensajes inadecuados en los medios de comunicación (publicidad, sensacionalismo, formas de abordar noticias)… Y, sobre todo por favor señores políticos busquen el consenso en esta materia.