José Antonio Gómez Novoa
Escoger lo bueno
Todos tendemos a escuchar reflexiones, diálogos, editoriales, ideas, relatos que refuercen las creencias u opiniones, que ya tenemos de antemano. Y pongamos ejemplos: suelo leer periódicos de distintas tendencias ideológicas (me digo que es para tener criterio, y ejercer el pensamiento crítico), pero me detengo más en aquellos articulistas que son afines a mi ideario. En el caso de la radio, soy de ideas fijas. Escucho siempre la misma, salvo raras excepciones porque "creo" que es la más imparcial.
Muchas veces, sin darnos cuenta repetimos el discurso del tertuliano, del conductor del programa, del articulista, y lo compartimos en las redes. Es tal nuestro sentido de pertenencia, que estas personas pasan a ser nuestros modelos de referencia. Cualquier juicio que hacemos sobre alguien o algo está condicionado por la creencia o valoración que haga nuestro referente. Es tal la interacción, que tomamos como propio el discurso de otros.
¿Qué es lo verdadero o lo falso? ¿Qué es lo bueno y lo malo? No estamos hablando de verdades incontestables basadas en una investigación científica, ni tan siquiera de aquellos sabios de la antigüedad, o de expertos acreditados en la materia. No, nos inclinamos a favor de un grupo, tendencia ideológica en particular y consideramos que "nuestro" criterio es el mejor y lo avalamos con un sello de autenticidad.
Ni tan siquiera es necesario un relato bien estructurado, argumentado y coherente. Con que sea afín a lo que nosotros creemos, nos vale. Si nos envían una mentira a nuestro perfil social, y viene de los nuestros, adelante con los faroles, ésta refleja la verdad por mucho que los demás digan lo contrario.
Las redes sociales están abarrotadas de memes, bulos y ocurrencias de todo tipo que damos por buenas por la sola idea de que proviene del <<Gurú>> de turno en el que creemos a pies juntillas. Sería conveniente que "creyéramos" menos y "pensáramos" más.
Sí, es cierto cada día debemos discernir entre lo bueno y lo malo. Pero hoy es un día maravilloso, estoy sentado, escuchando a @JRhodesPianist, puedo decir que todo lo que transmite con sus palabras y sus manos en los conciertos es verdad, pura poesía… Algo bueno y una delicia para los sentidos.