Manuel Pérez Lourido
Amores y series
Me he enamorado de una actriz tras ver "Crashing" en Netflix. La culpa ya es mía por andar viendo series en las que salen actrices. No es guapa, pero tiene algo. Una nariz muy larga. Me siento identificado con eso, debe ser eso. Mi mujer, (no sé si decirlo así, si es políticamente correcto usar ahí el determinante posesivo... bah, yo me lanzo...) mi mujer, decía, es mucho más guapa, por eso me atrevo a escribir esto arriesgándome a que se entere (mi mujer, no la actriz de la nariz larga).
A ver, tampoco es horrorosa, que no soy un retorcido. O tal vez sí, pero no para estas cosas. Y además, no me he enamorado por guapa o po fea, sino porque su personaje tenía unas frases fantásticas y resulta que lo creó ella, la actriz, que además de eso es guionista y, claro, se escribió para sí las mejores réplicas y el personaje más atractivo, Lulu. "Crashing" narra la vida de unos veinteañeros que viven juntos en un antiguo hospital bajo la figura de "property guardians" por la que, en el Reino Unido al menos, te permiten vivir por una renta muy escasa en un lugar de ese estilo mientras cuidas que no se venga abajo.
Lulu y su larga nariz llegan al viejo hospital donde se encuentra con un amigo de la infancia, la novia de este, una artista francesa que se interesa por un divorciado entrado en años al que convierte en su "musa", un joven indio o pakistaní que es muy amigo de otro que anda por allí...
Antes de que le entregara un cacho de mi corazón a Phoebe Waller-Bridges, alias Lulu, me aseguré de que su nombre era real y no una invención para triunfar en la farándula. Con un nombre así, y escribiendo tan bien, es normal que la gente que vea Netflix se enamore de ti, Phoebe. Waller-Bridges. Además, la muchacha recibió un premio Bafta como Nuevo Talento por el guión.
Desde aquí, reivindico ahora mismo la sana costumbre de enamorarse de la gente que hace bien su trabajo, tengan reconocimiento o no.