Manuel Pérez Lourido
Fin de ciclo
Todos los años por esta fechas se ha terminado el curso escolar, entre otras cosas. Por fin. "Por fin" es una expresión de júbilo que tiene dentro una maldición. Ya no tendrás más lo que ahora se acaba. Tendrás algo similar, puede que muy parecido, pero no será lo mismo. Nunca lo es.
La vida, decía Forrest Gump, es como una caja de bombones. No sabes qué te va a tocar el curso que viene, no sabes casi nada de nada, y por eso es que la vida engancha tanto. Yonquis de la vida, aunque a veces duela (cambiando un poco el verso de Kiko Veneno).
Luego está la melancolía. La tarde que cae como un velo de novia sobre los sueños de un muchacho o una muchacha cuyo único oficio es soñar. El deseo convertido en un accesorio de esa tristeza. La expectativa cumplida se convierte en una pieza de un museo que solo visitarás muchos años después, cuando los abrazos escaseen al contrario que las citas con el médico. Mientras deseas estás vivo, empujado por esa especie de dolor de una ausencia, luego llega la anestesia y ya no sientes tu cuerpo. No te duele nada y echas de menos aquel dolor. La paradoja es el estado natural del ser humano, capaz de grandes gestas y de atrocidades sin número. Odi et amo, decía Catulo, resumiendo en un poema la vida interior de todos nosotros.
Todos los años por estas fechas los días parecen ser más largos, como si bostezasen el verano que es tan solo una propuesta, el esbozo de algo aún no concretado, tan solo prometido estadísticamente. Las horas se derraman de forma viscosa al amparo de una luz que se demora, la tarde se curva en varias dobleces y la gente con alma siente que algo, alguien, está tañendo esas cuerdas que tiene dentro.
Algo va a terminar para que otra cosa nazca, es el devenir de lo que late. Te preguntas qué papel estás jugando en todo esto, cómo te podrías esconder, qué deberías hacer para no sentir que también te vas con lo que desaparece. Es inútil. Nadie ha respondido a eso nunca, esas preguntas son una razón en si mismas. No llevan a ningún camino, son un camino. La definición de quién eres, la forma de plasmar tu forma de estar vivo.
Todos los años por estas fechas decimos adios y está el triunfo de haber llegado al lugar previsto y está la derrota de haber llegado.