Pedro De Lorenzo y Macías
La Virgen del Coro, patrona de Donosti. Su leyenda, su historia
*Panorámica de San Sebastián: Fotografía de archivo 2005 Copyright © Miguel Selas Canga.
¡Amigos, estoy empapado de sudor y con dolor de cabeza! ¡Veremos lo que opinan de sintetizar todas las ocurrencias del grupo! Las señoras que hable de la Patrona de San Sebastián, Los varones se empecinan el conocer los platos típicos y sus caldos vinícolas. Haré caso a las damas.
En todos los monasterios solían tener una imagen de la Virgen en el coro; en él se oficiaban los maitines, las vísperas y otros rezos establecidos por los estatutos de su fundación. Estaba ubicado en la zona superior a la entrada de la iglesia. Su acceso era de media dificultad, excepto para los mayores. Cuenta la Leyenda que un clérigo subía todos los días a venerarla en el alto coro. Sus años le producían agotamiento; decidió llevar su adorable imagen a su celda; podría rezarla pacientemente. Al intentar salir por la puerta del coro, so quedó inmóvil y no pudo abandonar el templo.
Copyright © Miguel Selas Canga. (Basílica de Santa María del Coro).
Otros mantienen que fue encontrada en el mar, perdida por alguna nave; tal vez navegase desde Italia; los donostiarras ejercían el comercio marítimo con Italia. Loyarte intentó averiguar la antigüedad de esta Virgen: "Ya en el año 1611 la secular devoción donostiarra vestía gloriosamente la milagrosa Virgen de mantos riquísimos y variados". No pudo establecer su antigüedad, ya que San Sebastián sufrió varios incendios; las documentaciones fueron robadas o quemadas por la invasión angloportuguesa el 31 de agosto de 1813.
Lo cierto es que las leyendas o la desconocida historia de esta pequeña imagen conmovieron a religiosos y fieles. En ese lugar, sito al pie del Monte Urgull y el Puerto, se erigió el Santuario de Nuestra Señora del Coro; denominaron la Virgen del Coro patrona de la ciudad; la escultura de la Virgen es de bellísima talla; data de los siglos XV-XVI.
El donostiarra Adrián Lovarte la describe magistralmente: "Tiene 40 centímetros de altura, bien tallada en madera, su rostro óvalo perfecto, de expresión dulcísima, de serena atracción, la cabeza coronada. Está de pie, el Niño lleva una de las manitas a la boca, exactamente igual que las Vírgenes de Donatello".
Se cuenta que había una iglesia primitiva con la advocación de la Virgen Beltza (Virgen Negra), sita a los pies del monte Urgull, entre la calle Mayor y la del 31 de agosto.
*Detalle fachada Santuario de Santa María del Coro: Copyright © Miguel Selas Canga.
Fue reemplazada por la Virgen del Coro; se le asignó este nombre por haber estado, según la tradición, en cima del facistol del Coro; lugar de rezos de las órdenes religiosas. La imagen fue traslada al lugar preferente, en el retablo central, en el siglo XVIII. Este lugar, fue uno de los pocos templos que se salvó de la quema de 1813.
Los fieles logran que se inicie el proyecto de esa hermosa Basílica de Santa María del Coro, ya que era la advocación más querida por donostiarras. Nuestro Profe Padre Elisardo y otros verinenses dialogaron sobre esta basílica.
"La diseñó Ignacio de Lizardi; se inauguró en 1774, diez años después de finalizar la construcción más importante. Estaba en auge el barroco, pero se conservaron restos románicos y góticos de la antigua iglesia. La planta está dividida en tres naves; la del centro más amplia, que finaliza en un ábside semicircular. La portada se decoró siguiendo el estilo de las iglesias coloniales de Sudamérica, ya que su construcción fue financiada por la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas".
La iglesia cuenta con ocho altares y retablos que merecen una atención especial. Tres de ellos (incluido el retablo mayor) son clasicistas, otros tres realizados en estilo rococó y los dos últimos de corte neoclásico. ¡Ya la Virgen María del Coro poseía su grandioso templo! Fue colocada en el retablo, recubierta de plata, en el año 1756. Tuvo que ser restaurada por Lizárraga al hallarse carcomida en 1994.
El ocho de septiembre, anualmente, la bajan de su camarín, con asistencia de ayuntamiento de la ciudad; esta ceremonia se celebra desde 1689, con alguna excepción de la presencia municipal. La imagen fue coronada oficialmente el 8 de septiembre de 1940.
Fotografía: Copyrigth@Miguel Selas Cancas. (Fachada Ayuntamiento).
Vamos a contentar a los comilones y devotos de los buenos caldos, los platos típicos que pueden saborear:
- Txangurro: centollo o cangrejo. Es una comida típica que se sirve como entrada al platillo principal. Se prepara al horno y su sabor es sencillamente delicioso.
- Tortilla de Bacalao: se desala y desmiga el bacalao; se elabora con huevo, pimientos verdes, cebollas, aceite de oliva y ajo. Su combinación genera unos sabores muy atractivos de la cocina vasca.
- Marmitako: atún o bonito guisado. Se elabora con tomates, pimientos y cebollas; se sirve en cazuela de barro.
- Bacalao al pil pil: se prepara con ajo, aceite de oliva y guindillas; lo singular es la salsa pil pil, que se logra removiendo la cazuela donde se realiza su cocción.
- Pintxos San Sebastián: hay variedad de recetas; los hay fríos y calientes que se preparan al momento; lo acompañan de cerveza o sidra.
Las bebidas más típicas son: sidra del País Vasco (sagardoa); Patxaran; Txakoli y vino de la rioja alavesa.
A nuestro fotógrafo le tentaron los pintxos; hizo presencia en una cervecería. Solicitó una estrella (cerveza). El zerbitzari se mosqueó: "¿Está usted de coña?". Se enlazaron en una discusión de besugos propagando cual era la cerveza mejor del mundo. Finalizaron saboreando dos cervezas vascas y vaciando su bolsillo con seis euros.
¡Bufaba y vaya cabreo de nuestro amigo! Se equivocó de día: los jueves son la promoción de los Pintxos con cervecita a 1,50 euros. Nosotros visitamos Donostia un viernes.
Hubo una traca de bromas y comentarios, mientras Donostia se iba alejando de nuestro bus. Quo vadimus?
Pedro de Lorenzo y Macías.