Manuel Pérez Lourido
Volver a votar
Los españoles y mucho españoles empezamos a sospechar, hace ya un tiempo, que los partidos políticos se miran primero el ombligo y luego, si acaso, se asoman a la ventana. O sea, que ponen por delante sus propios intereses y después los de la ciudadanía. Su brújula política está imantada por los resultados de las encuestas. Salvo en el caso de un partido: la brújula de Ciudadanos es un auténtico galimatías, su aguja gira y gira sin atenerse a lógica aparente, Rivera se está especializando en dar bandazos de beodo en discoteca. Dicen incluso que algunos de los suyos lo están esperando con la escopeta cargada si en las próximas elecciones se produce una debacle... que le pregunte a Sánchez cómo se hace para salir de esos sitios.
La izquiera más ideologizada, la que representa Unidas Podemos, de momento solo está para matizar un gobierno con un par de carteras menores y para Pedro Sánchez, ni siquiera eso. El líder del PSOE ha estado mareando la perdiz durante los últimos meses hasta que los sondeos le prometiron más escaños si había una repetición electoral. Y allá que vamos de cabeza, aunque en realidad vamos de culo. Más tiempo sin presupuesto, más tiempo sin pagar a las comunidades autonómicas, más gastos (las elecciones de abril costaron unos 140 millones de euros). Solo por esto algunos se merecían un par de bofetadas, a ver si espabilan de vez.
Casado acudirá a la siguiente cita electoral con barba. Sus asesores de imagen debían querer darle un aspecto más serio (ese festival de sonrisas no le hace ningún favor). Lo malo es que hora se confunde un poco con Alberto Garzón. Esto es un sinvivir. Abascal, el líder de Vox. En fin, qué podemos decir que no sea un disparate en sí mismo. A la gente de Vox de se le ve el plumero. Son de porte exquisito pero abren la boca y dejan todo hecho unos zorros. Bastó la noticia de la exhumación del extinto dictador para que se les llenase la boca de espuma, y claro, así no se articula nada razonable.
También Torra y compañía parecen consumidores de sustancias psicotrópicas. Sus excusas para justificar la mercancía explosiva incautada a sus amiguetes eran de viaje lisérgico. Ahora están montando una tipo Els Comediants para cuando salga la sentencia del procés. El peor castigo sería que saliesen todos absueltos y se quedasen sin excusas.
No se llamen a engaño: todo irá a peor según se acerque la fecha de los próximos comicios. Esos para los que Errejón ha decidido reactivar la izquierda echándole una mano (al cuello). Siempre clava el rejón en el mismo toro.
Vienen días no inéditos, pero sí entretenidos.