Milagros Domínguez García
¿Qué hay detrás del 062?
Sin entrar en detalles morbosos e innecesarios hoy me gustaría contar a través de este medio un suceso del que fui víctima con una sola intención y con un único fin, el agradecimiento a quienes me dieron el apoyo y la protección que necesitaba en un momento en el que me sentí frágil.
Estas personas a quienes quiero hacer llegar mi gratitud son los Guardias Civiles que pertenecen al grupo de Seguridad Ciudadana de la Comandancia de Pontevedra, que me prestaron su ayuda con eficacia, pulcritud y profesionalidad, pero sobre todo de forma cercana, amable y afectuosa dándome así la tranquilidad que necesitaba en ese momento.
Hace pocas horas y sin esperarlo me vi envuelta en una situación complicada. Algo que yo no provoqué pero que hizo que me viese involucrada en un hecho que posiblemente y para mi desgracia tardaré en asimilar. Un momento de incertidumbre, incredulidad, miedo e impotencia porque me sentí en grave peligro, desbordada por algo que no entendía que me estuviese sucediendo y a merced de los actos de una persona desconocida que ponía en grave riesgo lo más valioso que poseo, mi vida.
Nunca antes había vivido un suceso similar y no estoy acostumbrada a situaciones de índole tan violenta, es por eso que me siento en la obligación de dar públicamente las gracias a quienes enseguida se hicieron cargo de la situación devolviéndome la tranquilidad y la seguridad de que todo estaba bien.
En muchas ocasiones leo en prensa noticias sobre las actuaciones de estos Guardias Civiles y hoy que lo he vivido en primera persona pude comprobar que su esmero va incluso más allá de su deber y que en todo momento me hicieron saber que tenía su apoyo haciéndome sentir que todo había pasado.
Gracias de todo corazón por vuestra labor tan necesaria para quienes como yo pretendemos una vida tranquila, alejada de la violencia, en un entorno sosegado y cordial pero que no estamos libres de toparnos con circunstancias difíciles como las que viví y que gracias a ustedes ya todo está en orden y ha vuelto a la normalidad.
No duden nunca si se sienten en peligro llamar al 062, se sorprenderán gratamente al comprobar que la voz que les atiende es cálida y dispuesta a ayudarles. Encontrarán tras esos dígitos la ayuda que precisen y la tranquilidad de que se pondrán a su entera disposición.