José Antonio Gómez Novoa
Ventana indiscreta: Infancia
Mientras nuestros políticos están "entretenidos" con Venezuela, el PIN, la renovación del poder judicial, el monotema de Cataluña, fusiones de partidos, separaciones aparentemente bien avenidas, el relator de la ONU nos hace una visita de 15 días, y pone negro sobre blanco las verdaderas prioridades de nuestra sociedad: la grave situación de los colectivos más vulnerables, problemas económicos de las familias de clase media con un sistema fiscal que brinda muchos más beneficios a los ricos, gente con dificultades para sobrevivir, trabajadores migrantes con peores condiciones que en un campamento de refugiados, un sistema educativo cada vez más anacrónico y segregado.
Todo es preocupante, pero lo más doloroso es la situación de nuestros niños y niñas, un 29,5% de ellos se encuentra en riesgo de pobreza y exclusión social. En contra de lo que pensamos el código postal influye más en nuestra salud que el código genético.
La oposición en su mundo y el gobierno a parte de la declaración de buenas intenciones, ha de ser consciente de la emergencia nacional que significan esos datos. ¿A qué esperan para tomar medidas? Dirán que, si los presupuestos no están aprobados, pero un plan de choque contra la pobreza como soporte para los grupos sociales más vulnerables no admite demoras.
La pobreza no se puede abordar sin medidas urgentes de fondo. ¿Por qué no invertimos prioridades? Acaso no se puede recuperar el dinero prestado a los bancos, o simplemente los beneficios que han tenido estos, durante los últimos años, o minorar el gasto en determinados ministerios, e intentar satisfacer las necesidades alimenticias, de educación, salud, agua, luz, calefacción y vivienda de aquellos que lo necesiten
En un estudio comparativo sobre el ámbito educativo, entre las 29 economías más avanzadas del mundo, España se encuentra en el número 26. Tenemos buenos profesores, adecuadas infraestructuras, pero nos olvidamos de facilitar recursos para que haya plazas públicas suficientes, transporte y comedor escolar subvencionado de acuerdo a los ingresos de cada familia.
Señores políticos, pónganse manos a la obra, porque la intervención temprana en la primera infancia es crucial y garantiza un buen futuro para nuestra sociedad.