Telmo Martín
Necesitamos certidumbre
Los españoles vamos a estar ocho semanas de confinamiento muy estricto que estamos cumpliendo de manera ejemplar. Diría más, la sociedad civil ha estado muy por encima de la administración. Por supuesto, con la excepción del ejército, los cuerpos y fuerzas de seguridad y los sanitarios que sí han demostrado una alta capacidad de organización y eficacia.
Los ciudadanos hemos cumplido, ahora le toca al gobierno de España concretar un plan claro que nos saque de la incertidumbre en la que vivimos personas y actividades económicas. Queremos que nos traten como adultos responsables y se abandonen ciertos tics intervencionistas que no observamos en países vecinos. Queremos lo que ya tienen los italianos, franceses y alemanes, una hoja de ruta para saber a qué atenernos si los datos sanitarios siguen evolucionando favorablemente.
Italia mantendrá su confinamiento ocho semanas como nosotros, sin embargo, desde la quinta permiten abrir las librerías y las tiendas de ropa de niños. Además, ya estudian la apertura de bares y restaurantes a partir del 18 de mayo. Los franceses que van a estar confinados una semana menos que nosotros, tienen una evolución sanitaria similar a la nuestra pese a que permiten salir a hacer deporte y pasear desde el primer día, y ya han anunciado para junio la apertura de la hostelería. Alemania estará 2 semanas menos de confinamiento que España con unas condiciones muy flexibles, pueden salir a hacer deporte y pasear y su comercio abrió el pasado 20 de abril.
Como demuestran los gobiernos de nuestros vecinos poner en primer lugar la salud y reducir los fallecimientos y contagios no es incompatible con la reactivación de la actividad social y económica.
Sorprendente que España todavía no tenga una hoja de ruta sobre la recuperación de la hostelería y el turismo, que suponen el 20% de la PIB y 3 millones de empleos. Sin estos sectores no será posible la recuperación económica. El gobierno sigue sin dar a conocer su estrategia y el calendario para que el sector pueda planificar el verano. Ni si quiera unas declaraciones como el ministro de economía portugués “estamos convencidos que este verano podremos recibir turistas”.
En Sanxenxo hay más de 3.000 familias que viven de la actividad turística y hostelera y son los primeros que se van a preocupar por la seguridad sanitaria de sus empleados y clientes. Solo piden saber cuándo y en qué condiciones podrán abrir. Un poco de certidumbre, un plan como tienen nuestros vecinos, condicionado a la evolución sanitaria, no creo que sea mucho pedir.
A veces parece como si el gobierno de España arrastrara complejo de culpabilidad por lo que no hizo en la primera quincena de marzo y ahora lo quiere compensar con creces. Ni antes tan poco, ni ahora tanto. Los españoles, como el resto de Europa, tenemos que aprender a vivir y protegernos del coronavirus y, estoy seguro, que lo vamos a hacer de manera ejemplar.