Carlos Regojo Solla
Siempre es tiempo de espera
Una suscripción a "Filmin", regalo de Yago (uno de mis hijos), ocupa y distrae mucho del tiempo muerto de mi cuarentena la cual completo con un sueño a destiempo que me tumba en el sofá con frecuencia, un poco de "balconing" intermitente en el que saludo a un viejo vecino bastante desesperado, y "pasilling", una vieja modalidad carcelaria que demuestra el poder de la imaginación y por tanto la fragilidad del concepto que tiene en sí la palabra libertad. Esta última modalidad la adorno con cuentas numéricas hacia adelante y hacia atrás, interrumpiendo las sucesiones consecutivas, o de dos en dos, con la cuenta al revés de los meses del año, días de la semana, estaciones del año y cosas así con el fin, entre otros, de no fallar a mi neurólogo en la próxima visita y confirmarle que el fármaco prescrito realmente retrasa la fuga gradual y paulatina de mi dopamina causada por mor de la visita que tuvo a "bien" realizarme Míster Parkinson no hace mucho.
Del mismo modo , tal vez en ocasiones un poco mejor, empujan las horas los documentales de Yotube , de variopinta temática, entre los que siempre descubres alguno que te agrada especialmente: la naturaleza, la supervivencia, las manualidades, el reciclaje , el espacio exterior, ...
Completo mi tiempo ayudando en casa (aunque no todo lo que debiera) o tratando de sacar algún partido adicional del ingenio físico, cuyo poder me ostenta, domina y asombra, con el que escribo ésto.
Viendo tanto cine, acuden a mi mente películas en pantalla grande de aquellos cines inolvidables de nuestra ciudad, y también series de aquella incipiente pantalla pequeña, recordando algunos actores y actrices, alguno/a de malogrado final donde están aun abiertas las sospechas acerca de sus destinos finales, en los años sesenta y setenta, cuando tanto les quedaba por decir.
El primero de ellos, conocido en una bisoña T.V., con doblaje de voz de factoría hispana , es David Janssen, ya sabéis, el perseguidísimo Richard Kimble, médico acusado de haber matado a su mujer, acosado por Samuel Gerard ( Tommy Lee Jones) un policía empeñado en hacer valer la ley que lo seguía a través de todo el territorio americano en una ruta 66 especialmente circunstancial. Primigenia versión a capítulos muy superior, para mi gusto, al "remenber" de Harrison Ford en el noventa y tres.
La muerte prematura de Janssen lo coloca en el listado de actores eternos, a lo James Dean. Su calidad de actor, similar al de James Coburn podría facilmente, junto con este último, haber arrebatado al inefable Connery el doctorado 007.
Pasa lo mismo con otro David, Carradine, el monje shaolín que nos deleitó por aquellos años con valores inestimables ahora olvidados, y que falleció en extrañas circunstancias tal vez en la creencia del dominio del Kung Fu sobre la física vital de la apnea extrema. Hay actores que son absorbidos de por vida por los personajes que representan.
En las actrices de esta época, por su carisma, yo destacaría a Sharon Tate, victima de la locura Manson, y sobre todo a la bellísima, de origen ruso, Natalie Wood, muerta ahogada en circunstancias poco claras aún hoy día.
Son unos pocos especiales a los que podríamos añadir a Lorne Green o Michael Landon, de la serie Bonanza, la simpática brujilla Samantha ( Elizabeth Montgomery) -superada en versión posterior ( 2005) por la genial Nicole Kidman quien tiene una atractiva candidez superior a la bruja de la serie televisiva cuando mueve su nariz respingona antes de provocar el conjuro en el cual, desgraciadamente uno no está - , y tantos otros. En la búsqueda recupero lo que puedo de todos ellos intercalando las propuestas hechas y, junto al cine, mis paseos de pasillo y mis inmersiones en un aire sospechoso de balcón, voy paliando el ansia de recuperar una libertad que ,a decir verdad, no me seduce mucho, evitando en lo posible participar de oyente en una actualidad de columpio que va y viene rozando el absurdo, el disparate y la incongruencia que me recuerdan ( ¡ siempre los recuerdos! ) aquella sección de "EL DDT" ( Editorial Bruguera) de los años cincuenta y sesenta ( al igual que las actrices y actores arriba recordados) titulada " Diálogo para Besugos", donde el guionista de Radio Barcelona Matías Guiu bien podría aprovechar el hervor que falta a emisores y receptores de la actualidad pandémica para intercalar algo parecido a esto:
- Buenos días.
- Buenas noches.
. Lleva Vd. la careta del revés.
- Y Vd. , ¿ sabe acaso dónde tengo la nariz?
- Sí, comprendo que hoy sea miércoles.
- Buenas noches.
- Buenos días.
En fin, que ya ahora volveré a Filmin y/o a Youtube para buscar algún documental de escalada inversa, es decir, la más difícil, la de los rapel peligrosos en la bajada cuando más confiado y cansado estás y obvias los puntos de reunión que te sirvieron de refuerzo y ayuda en la subida, y es que el campo base ni se vislumbra y no sabes si los sherpas de vanguardia han sobrevivido en el descenso.