Manuel Pérez Lourido
Apalabrados
Hay un momento en la vida de algunas personas en que comienzan a hacer cosas como dejar de llamarle "gaseosa" a la gaseosa, para comenzar a llamarla "soda". O le llaman a seres humanos "Borja" o "Jimena" en lugar de Antonio o Cristina.
Dime qué palabras utilizas y te diré quién eres o quién quieres aparentar que eres. Recuerdo la anécdota de aquel ser humano natural de san Jorge de Sacos que decía ser de san Jorge de Bolsas para subir de categoría (supuestamente).
Resulta natural llegar a la conclusión que las personas más incultas van a ser las más torpes a la hora de escoger con aciertos los sustantivos y adjetivos adecuados para su discurso. Sin embargo, ahí quedó el ínclito Jesús Gil y Gil que empleaba con generosidad el estupendo calificativo "facineroso". Cierto que solía incluirlo en una terna: "facineroso, sociata, babioso". Lo que hacía con el pico lo deshacía con las patas. Más o menos por esa época corría de boca en boca un pareado bobalicón para evitar decir algo tan vulgar como "no" o "de eso nada". "Nasti de plasti", estaba de moda decir, aunque ignorábamos que "nasti"quiere decir "no" en caló. De donde procedía también aque ubicuo "dabuti" o "dabuten".
Por aquel entonces no nos íbamos de los sitios: nos "abríamos". Y decíamos otras cosas como:"alucinas pepinillos, "flipar en colores" o "la cagaste, Burt Lancaster" (cierto grupo que abanderaba el sector pijo del pop nacional tituló así uno de sus artefactos).
Nunca es inocente o baladí la elección de una palabra o expresión en detrimento de sus sinónimas. Estamos hechos de palabras y las palabras a su vez nos hacer ser quien somos. Las palabras encandilan o aburren, califican, definen, sitúan, denotan. Son, desde su origen, un salvoconducto: si uno oye "aguacate", es imposible no detectar un origen foráneo en la combinación de sonidos. Otra cosa es relacionar el término con el náhuatl "ahuacatl" (testículo). Es obvia la relación. También adivinamos en seguida que "chicle" no nación en la península, por más que se nos escape su procedencia el también náhuatl "tzictli", la goma de mascar que emana del árbol de chico zapote.
Las palabras están para ser pronunciadas, lanzadas al aire como piedras o plumas; para que golpeen o acaricien, para que llenen el aire con una explosión de color o caigan al suelo con desmayo. Por eso en su tránsito por nuestra boca algunas nos resultan especialmente deliciosas. Como "botarate", "cáspita", "desalambrar", "cachivache" o "pizpireta".
Chachi piruli
Alucinas pepinillos
Dar un voltio
¡Que no te enteras, contreras!
Flipar en colores
Toma Jeroma, Pastillas de Goma
Vete a freír espárragos
Guay del Paraguay
La cagaste, Burt Lancaster
¡Ni hablar del peluquín!
¡De eso nada, monada!
¡Qué nivel, Maribel!
Me piro, vampiro.
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Ajo y agua.
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Otro que tal baila.
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Te sales, minerales.
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Okey Makey.
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Ya te digo, Rodrigo.
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Vamos, vamos, que nos vamos.
A la cola Pepsicola
Aguacate, Del náhuatl "ahuacatl", que significa "testículo". El parecido con esa parte del cuerpo del hombre está clara, ¿verdad?
Chocolate: Del náhuatl "xocolātl", es el alimento que se obtiene de la mezcla del azúcar con la masa y la manteca del cacao. Del náhuatl "cuatl", que significa mellizo y que usamos actualmente para referirnos a un amigo.
Wei: Del náhuatl "huey", que varía en significados. Grande, gran, venerado, honorable, y que los españoles equipararon a "buey".
Mezcal: Del náhuatl "mexcalli", palabra compuesta por "metl" (maguey) y "xcalli" (cocido).
Del náhuatl "tomatl", que significa agua gorda.
Papalote: Del náhuatl "papalotl", que significa mariposa.
Guacamole: Del náhuatl "ahuacamolli", formado por "ahuacatl" (aguacate), y "mulli" (salsa).
Chicle: Del náhuatl "tzictli", que es la goma de mascar que emana del árbol de chico zapote.
Botarate: Hombre alborotado y de poco juicio
Cachivache: utensilio u objeto arrinconado por inútil, con un sinónimo que también suena simpático: tiliche.
5. Cáspita: para denotar extrañeza o admiración.
6. Desaborido: sin sabor, sin sustancia. Dicho de una persona sosa.
7. Despachurrar: aplastar algo despedazándolo, o estropear una historia por torpeza de quien la cuenta.
8. Embelesar: suspender, arrebatar, cautivar los sentidos.
Patatús: desmayo, lipotimia.
Pizpireta: dicho de una mujer: viva, pronta y aguda.