Marisa Lozano Fuego
La mejor Medicina
Buscamos la Medicina. La mejor, la más suave, la más certera. Obviamente precisamos una universal, una que pueda cubrir nuestras plaquetas, nuestro ADN, cada uno de nuestros antígenos. Sí, la buscamos. Fleming encontró una, Marie Curie experimentó, el padre de la Teoría Neuronal trazó senderos imposibles en cuanto a circuitos veloces, Mendel concretó que los guisantes podían tener la clave de por qué unos padres de ojos castaños pueden tener un vástago de ojitos claros (y no existir cornamenta de facto ni cambiazo en el hospital).
Otras fueron arrojadas al vacío por elaborar remedios con plantas, dado que en determinadas épocas el agua oxigenada no venía en botellas y los prospectos se escribían con raíces de abedul. Sí, curanderos, médicos, científicos, han perseguido durante años, con férrea vocación y a costa incluso de su vida, el remedio para miles de males, para cientos de pandemias. Los virus son una especie cruel. Cubierto de una cápsida proteica, poseen una cubierta fosfórica y grasosa (algo así como una cerilla envuelta en sebo de ballena), están bien pertrechados. Su material genético, ARN o ADN se encuentra protegido por grasas , fósforo (fosfolípicos) y proteínas. Se adhieren a una célula y reproducen su herencia, su estructura, tratando de perpetrar su legado.
Mutan , son orgullosos y desean conquistar las células.Son difíciles de vencer. Lo estamos intentando todo, protegernos con máscaras, dejar los abrazos y ósculos para más adelante (ese más adelante que ya empieza a parecernos eterno, esperar a Godot quedaba bien el en teatro, pero cuando el alma se arruga y las células se encuentran ahítas de sonrisa y anoréxicas de abrazo, pues no hay espera que valga y la impaciencia de sentir se impone como fuerza centrífuga y fatal). Sí, lo estamos intentando guardando distancias y cubriendo nuestras boca (que a algunas personas nos viene bien, soltar demasiadas palabras no es demasiado adaptativo). A otros les quita al dichosa manía de escupir al hablar. Gracias. Cómo le dices que a "Psicólogo " le han quitado la P, justo por eso, para que la gente que escupa haga el favor de controlarse.Lo mismo pasa con Septiembre, hay partidarios de esconder esa p, que personalmente no me molesta, mas lo de comerse el abecedario posee también esa función higiénica.Profiláctica, vaya. Que a la Psanidad, digo Sanidad, es importante, que parecen que le han quitado algo también.Debió ser un giro lingüístico.En cualquier caso, habrá remedio. Un remedio más eficaz. Psi.Digo, sí.
A lo que vamos. Venga y venga a buscar remedios, vacunas, modos de controlar, contener diversas y miles de infecciones que asolan a la población…gripe, cólera, VIH, peste, pulmonía, Heptatitis, pero también aburrimiento, rabia, ambición, estulticia o cabronismo. Que sí, ese último dicen que no tiene vacuna. Se trata de un ismo de vanguardia , las cabras no tienen la culpa. Eso de insultar u ofender a alguien por sentir o pensar distinto, es de querer romper la unión de la humanidad, una nación por el simple hecho de disgregar. Eso de crear cao y miedo y discursos violentos cuando lo que necesita el mundo es tal vez, algo que llevamos buscando siglos. Pero aún no hemos encontrado. Sí, esa vacuna, o tal vez paliativo, porque los cuidados paliativos existen, deben ser puestos en valor, porque miman esas flaquezas que el espíritu humano tienen, les pone oxígeno y afecto y les acompañan de la mano. En esta sociedad del utilitarismo y lo de "lo que no vale se tira", resulta realmente revolucionario apostar por la vida humana. Sí, transgresor, valiente, es una heroicidad clara. Porque tirar la vida a la basura y los empleos a las cloacas, subir impuestos y sajar libertades en educación, eso es fácil, eso no tiene mérito ni Ciencia .Luchar por la vida es complejo, lo sabemos desde el nacer.
¿Alguien nos llamó? No. Sin embargo, estamos aquí, luchando, vistiendo, comiendo, orando, bailando, amando y errando una y otra vez, como si tuviéramos derecho a ello.¿Será que sí que lo tenemos? Ah! Es curioso, sí, tal vez. A construir Catedrales y puentes, a pintar cuadros abstractos y figurativos, a deleitarnos con una chocolate con churros o una canción de Pignoise, Los Piratas , Julio Iglesias. Ah, sí, derecho a tener una planta, un oso de peluche, un vehículo o una cuenta en Netflix, derecho a pelear por un cepillo de dientes y a escupir la mediocridad cuando esta misma nos hace peores, porque el prejuicio tiene eso, y el juzgar el felpudo del prójimo, también. Derecho a equivocarnos, a empezar una dieta y mil veces y terminarla con una caja de bombones, derecho a decir te quiero y volver a decirlo y nunca sonar repetitivo. Derecho a tener una fe, confiar en ella y no ser atacados, derecho a defender una postura con argumentos lógicos o incluso ilógicos y no sufrir falacia ad hominem. Todo el mundo habla de derechos, sin darnos cuenta de que van pegados a los deberes, exactamente igual que en el colegio.Si deseas el derecho a recreo, has de hacer la tarea en clase. Si quieres derecho a una calificación, hay que demostrar los conocimientos. Ergo, la libertad conlleva esa dosis de responsabilidad que ten ardua se nos hace de niños y tan pesada al crecer, porque alguien lo arreglará y siempre es culpa del de al lado. ¿Enfermedades? Miles, más y nuevas. ¿Vacunas?
Un millón, y otras, la cuestión es que inocular el miedo no siempre conlleva defensas, hemos estado encerrados en la duda tanto tiempo que no sabemos si tenemos fuerzas para luchar y continuar. Y resulta, que va, y lo hacemos.Seguimos asomando la cabeza por entre las piernas del mundo, seguimos llorando muy fuerte para que nos oigan gritar, por favor, ya está bien, rescátennos. Seguimos celebrando la Navidad y esperando que la ilusión venga envuelta en un papelito de renos y que nadie se coma el ultimo trozo de turrón.La inocencia y ternura humana es una de las cosas que más me conmueven aún de esta nuestra bella y rapaz especie. Que aun capaz de los mayores desastres lo es también de las mayores maravillas. En Arte, Gastronomía, Arquitectura, Leyes, Protección, Seguridad, Educación. Somos una gran raza denominada Humanidad. Que no pedimos permiso para venir. Y no lo haremos para vivir. Porque ya lo estamos haciendo, contra todo pronóstico y todo dolor, y créannos, no siempre con la sonrisa puesta…pero lo intentamos. Denodada y desesperadamente, y con una ingenuidad brava, con la sonrisa de un chiquillo que está seguro de que sus padres le dejarán salir a jugar si se porta bien. Con la confianza de que Alguien Bueno llenará sus calcetines de dulces y su corazón de esperanza.
¿La mejor Medicina?
Tú.
¿La mejor vacuna?
La vida.
Per ipsa et cum ipsa et in ipsa. "Sursum corda, alea jacta est".
Avanti .
Arículo dedicado a todas las personas que abrazan la vida. Y a un amigo con nombre de Arcángel.
Marisa Lozano Fuego /Maria Luisa Carrillo Lozano . Yo misma.