Marisa Lozano Fuego
Lembranzas de un copo de nieve
Buenos días. Me despierto helado y tranquilo. Como todas las mañanas. ¿Te ocurre? Cada vez en un sitio nuevo, qué errante, me dirás, qué golfo, nunca paras en el mismo colchón. Pues…pues sí.
Un día me despierto en el ala de un párpado, fino, suave, tierno. Otro, en un tobogán del parque. Hay mañanas que me levanto en el capó, da igual Seat, Ferrari o bici, o una Vespino trasnochada. Otras, en la manta de una persona que tiene por techo una estrella. Otras, en al asfalto. Nací transparente, crezco albo y el ambiente o pisadas me vuelven frío, marrón, seco. Tomo forma de ángel , muñeco, en ocasiones forma esférica.
Al microscopio soy perfecto y a la vista humana invisible. Vengo del Cielo y caigo a la Tierra como ave rapaz, meteorito.¿ Te parezco poético? Pues te juro, no hay nada más profano. Me has tenido bajo tus pies, en tus mejillas, en tu gorro.Nos hemos rozado. Como la Rosa del Principito, parezco único. Pero un día desperté con la amarga certidumbre de que hay millones como yo.
Exactamente iguales, con el mismo nacimiento y destino. Es curioso, todos nos creemos únicos. Nuestros rasgos fisonómicos, esperanzas, sueños, tristezas.”No hay nadie como yo”, clamamos, a la vez tiernos y orgullosos. Asomarse a la ventana y ver decenas, centenas, millares de otros exactamente iguales con las mismas caídas, destinos, por una parte machaca el orgullo. Por otra, da seguridad. No estoy solo. Resulta que soy uno más, con vida terrena y efímera. Capaz de formar un lago, una bola, una tormenta. Tan vulnerable por mí mismo, tan dañino si me endurezco y me vuelvo carámbano, no quiero , no me dejen, nunca fue mi Naturaleza.Me gusta ser puro. Me gusta derretirme con la luz.
Esa es la esencia, ¿cierto? Dicotómica, fría, dulce, de un fenómeno natural. Y también, de un ser humano. Máquina perfecta repleta de neuronas, capilares, 21 gramos de alma. Tal vez algo más, nostalgia que no tiene peso, recuerdos sin dueño, latidos. Sí, un humano también, origen único, recorrido similar a otros, destino igual de certero. Unidad, pluralidad. Rebaño y unicidad. Cosmos, microcosmos. Todo en uno y uno en todos. La división nunca hizo ecosistema. Formamos familias, pandillas de amistad, grupos de amigos, comunidades vecinales, colegios, filas, círculos, cuadrados. Hola, soy uno más. Uno como tú. A veces soy frágil, a veces frío. En ocasiones, me derrito, lágrima, fuente, beso. ¿Tan diferentes somos? No… La gente alaba, ya lo saben, la belleza de una estructura, sucede en arte, arquitectura, sucede si la piel es lisa, y todavía no hay máculas de sangre,arruga, tiempo.
Alaban la perfección, la frescura, el estado intacto, la gloria. Mas, sabes…es efímero.Yo también. Después me mezclo con la gente y comenzamos a brotar. Y nos ensuciamos de tierra, y de presente, y de recuerdo.Y sabes, lo imperfecto, lo emborronado, lo arrugado, se vuelve cálido y hermoso. En las manos, en las caricias, en todas ellas empujando para que el frío se derrita. Y sabes, igual existo, orgulloso de mi tiempo en la Tierra, no sabemos cuánto será, nadie lo sabe, ni un ser humano, ni una mariposa. Yo tampoco. Así pues, vivir cada día resulta un inmenso regalo.
Y como tal, sigo existiendo, esperando que mi Naturaleza no cause dolor y la de otros no me la cause, esperando causar un bien y no ser solo borrasca fuerte, sino bálsamo del ardor o motivo de manos juntas, creaciones , fotografías, obstáculo mas también puente para que el Mundo pueda patinar. Sin caerse. Sin ahogarse.
Sabes, sabes, siente lo mismo. Únicos, iguales distintos. Condenados a convivir o con ese gran privilegio. Con otros iguales, distintos, en la misma calzada, la misma vía, en distintos vehículos y con abrigos de texturas múltiples. Uniéndonos para fluir. Produciendo tormentas Ayudándonos a frenarlas.
Buenos días,. ¿cómo estás?
Soy yo, un copo de nieve.
Tú, un humano.
Tenemos la misma Naturaleza.
Elijamos igual sendero.
Derretir el hielo y fluir.
Maria Luisa Carrillo Lozano