Tribuna Viva
Mi difunto padre ha muerto
Aunque tengo hermanos y madre, esta historia real y surrealista, sólo me representa a mí y a mi pesar.
Esta semana me llaman del Concello de Sanxenxo y me dicen "tu padre ha muerto", un hombre que en los últimos treinta y cinco años he visto una única vez y durante media hora, que no se ha ocupado de mí (nosotros), no me ha educado, amado, alimentado ni vestido, no me ha arropado ni mimado ni reñido ni castigado o premiado en todo ese tiempo, en resumen, que no ha hecho nada por mi salvo poner un espermatozoide, y que por encima de no haber hecho nada por mí (nosotros), me hizo sufrir en mi primera infancia su carácter violento, que no ha dejado un solo recuerdo positivo de los escasos años de convivencia, pero sí recuerdos de terror, de temor y de indefensión.
Pues con esta descripción de los hechos resulta que como el difunto no contaba con ninguna clase de dinero o propiedad a su nombre con los que costear su sepelio y nadie se quiere hacer cargo de su entierro, YO como descendiente estoy obligada a correr con todos los gastos, y sí señores es mi obligación legal como hija. ¿Dónde quedaron todos mis derechos como niña y como hija? ¿Dónde quedaron sus obligaciones de protegerme y cuidarme? pero las trabajadoras sociales muy gentilmente me dicen que me entienden, pero que es mi obligación correr con todos los gastos o el Concello podría reclamármelos más adelante.
Como mujer que ha sido maltratada, me siento desprotegida por la administración, en este caso el Concello de Sanxenxo, ya que por tener los recursos económicos suficientes debo hacerme cargo de mi maltratador, debo dejar a un lado todo lo que ha vuelto a mí de mi infancia, resolver todos los procesos administrativos que surjan y superarlo como pueda, y por último dejar claro que aunque estuviera cubierto de oro sería para mí la misma pérdida, esta semana no ha muerto mi padre, ha muerto un vecino de Sanxenxo al que no conocía.
Inés Novas Pérez