Valentín Tomé
Res publica: Los criptopapeles de Bárcenas
La palabra Criptografía proviene del griego "kryptos" que significa oculto, y "graphia", que significa escritura, y su definición según la RAE es "Arte de escribir con clave secreta o de un modo enigmático". Aunque para el lector no avezado en estos temas pueda resultar sorprendente, son varias ramas de la matemática la que se dedican al estudio de este apasionante tema, como pueden ser la Teoría de la Información, la Complejidad Algorítmica o la Teoría de números. A través de la criptografía la información puede ser protegida contra el acceso no autorizado, su interceptación, su modificación y la inserción de información extra.
Entre el Antiguo Egipto e Internet, los criptogramas (los mensajes cifrados) han protagonizado buena parte de los grandes episodios históricos y un sinfín de anécdotas. Existen mensajes en los textos diplomáticos de toda época, indispensables para las órdenes militares y los ejércitos modernos en tiempos de guerra y, por supuesto, esenciales en la actividad de los espías. Hoy en día, con las nuevas tecnologías el uso de la criptografía se ha extendido más allá de su tradicional esfera estatal o política, y es vital también para la actividad diaria de las empresas y ciudadanos particulares. Por reseñar brevemente la que a mi juicio es una de las historias más apasionantes ligadas a este arte, recordar que la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial no solo se dio en el campo de batalla sino que contó con la ayuda inestimable del ingenio del matemático Alan Turing y su grupo de colaboradores quienes lograron desenmascarar las claves de Enigma, una máquina criptográfica a rotor que los nazis creyeron inviolable, desarrollando más de una docena de artilugios -llamados las bombas- que desvelaban los mensajes cifrados. La máquina alemana se convertía así en el talón de Aquiles nazi, un topo en el que confiaban y que en definitiva, trabajaba para el enemigo. Si el lector desea profundizar en el apasionante tema de la criptografía, existe un libro magnífico Los códigos secretos: el arte y la ciencia de la criptografía, desde el antiguo Egipto a la era Internet de Simon Singh.
En la actualidad disponemos de manera pública gracias al diario El País de uno de los más enigmáticos textos de la historia de la criptografía; me refiero claro está, a lo que popularmente se conoce como los papeles de Bárcenas. Según las principales interpretaciones se trata de documentos que reflejan una presunta contabilidad en B del gobierno de José María Aznar López que el extesorero del Partido Popular, Luís Bárcenas, habría estado llevando desde 1990 hasta 2009. En contra de lo que pueda parecer a primera vista, el asunto no es tan sencillo como parece, y es muy seguro, al menos esa es mi impresión, de que nos encontremos ante uno de los textos encriptados cuyo descifrado desafíe los límites de la razón. A los hechos me remito.
Si nos vamos a la fuente original, los propios papeles publicados en los medios, enseguida observamos que estos están llenos de abreviaturas que en raras ocasiones contienen nombres explícitos. Así en ellos podemos leer por ejemplo: D. Cospedal, R. Rato, Mariano R., Jaime M., Paco A.C o M. Rajoy. Curiosamente estos, se intercalan con otros nombres donde la abreviatura desaparece, si bien es cierto que en menor cantidad, como en los casos de Javier Arenas o Jaime Mayor. Aunque se han hecho en muchos medios afirmaciones a la ligera sobre la identidad que se encuentra oculta en los primeros, resulta claro que para el juez encargado de instruir el caso el asunto distaba mucho de ser tan evidente. A excepción del exministro Ángel Acebes, ningún miembro de la cúpula política del partido está imputado.
Sin duda, al juez Ruz, encargado de llevar a cabo las primeras investigaciones, no se le escapó un detalle aparentemente menor presente en esos papeles pero que deja entrever la posibilidad de haber usado en el mismo un algoritmo de encriptación más complejo de lo esperado. Me refiero a las columnas "Debe" y "Haber" del libro de contabilidad, las cuales aparecen continuamente sobrescritas a mano con las palabras "Entrada" y "Salida". La causa de esto no puede deberse a que el contable intentase sustituir esos conceptos de contabilidad básica por otros más intuitivos. Recordemos que en el campo base del Everest, a más de 5.000 metros de altura, Luis Bárcenas ya se reveló como «un genio de las finanzas» ante sus compañeros de expedición en 1987, como todos ellos recuerdan. Gracias a ese talento, fue capaz de acumular durante todo ese tiempo 50 millones de euros en diferentes cuentas de bancos suizos. Es evidente, entonces, que esas palabras forman parte de alguna manera del código que permite su desencriptado.
No faltan tampoco evidencias indirectas que apoyen estas sospechas. Durante los días siguientes a la publicación de los papeles en los medios, el PP negó que nada de ello fuera cierto a través de las declaraciones de María Dolores de Cospedal. Mariano Rajoy compareció sin preguntas de los periodistas e insistió una y otra vez en que "todo es falso". Dos días después, sin embargo, rectificó ligeramente: "Todo lo que se refiere a mí y que figura allí, y a los compañeros del partido mío que figuran allí no es cierto, salvo alguna cosa que es la que han publicado los medios de comunicación". Probablemente en alusión a los nombres, esta vez sí explícitos, de los que hablábamos anteriormente.
En este sentido se hace necesario recordar todos los esfuerzos llevados a cabo por el partido para intentar desencriptar la información contenida en esos papeles y aclarar así la verdad. A los pocos días de su publicación en El País, empleados del PP entraron por la fuerza al despacho de Bárcenas en la sede del partido y lo vaciaron, sustrayéndole en el proceso dos ordenadores personales. A pesar de ello, esta acción no debió reportar resultado alguno, seguía sin conocerse la naturaleza del algoritmo usado en la encriptación; por ello meses más tarde, mientras Luis Bárcenas hacía vida en el centro penitenciario de Soto del Real, un falso cura se presentó en su domicilio familiar con la intención recuperar el pendrive con los datos de la caja B del PP, en él podrían hallarse las claves que resolviesen tan intrincado misterio. El mercenario ató a la esposa e hijo de Bárcenas, así como a la asistenta, y les pidió que les llevaran al despacho del padre para que le entregaran los pendrives. "O me decís la información que tumbe al Gobierno u os mato", amenazaba el secuestrador. Desgraciadamente para el esclarecimiento del misterio, el líder de Taburete logró reducir al mercenario en un descuido de este y fue arrestado por la Policía.
Sin embargo, todos estos ímprobos esfuerzos no cayeron en saco roto, y fueron valorados positivamente por la ciudadanía. Así en las elecciones generales de diciembre de 2015 el PP volvió a ser el partido más votado, si bien es cierto que con 63 diputados menos que en las elecciones anteriores, debido probablemente a que algunos electores habían hecho suyas las identidades que sin criterio crítico alguno muchos medios habían adjudicado a aquellas anotaciones de Bárcenas; pero ya en las elecciones celebradas seis meses después al no haber habido acuerdo de investidura, el PP volvió a ser el partido más votado, esta vez con 14 diputados más que en 2015.
El 8 de febrero de este año, ocho años después de que El País publicara los llamados papeles de Bárcenas, se celebrará el juicio por la supuesta contabilidad B del PP. Desconozco cuáles han sido hasta ahora el avance de las investigaciones en lo referente al encriptado, quiero pensar que tanto la fiscalía como la defensa han pedido la colaboración de los más brillantes criptógrafos que logre de una vez aclarar que identidad se esconde tras los nombres de M. Rajoy o R. Rato; quizás, eso deseamos, alguno de ellos habrá dado con la piedra Rosetta digital que permita desentrañar los misterios que se esconden en la libreta de catorce hojas cuadriculadas del genio de lasa finanzas. De no ser así, la Ciencia aún dispone de un último recurso: la revelación por parte del propio encriptador del algoritmo usado. Según fuentes próximas a su entorno, tras la entrada de su mujer en prisión, Bárcenas está dispuesto a "tirar de la manta" y dar resolución así el que probablemente sea el mayor misterio de la criptografía de todos los tiempos.