José Antonio Gómez Novoa
Ventana indiscreta: Fatiga
Cansado, aburrido y agotado del telediario, las redes sociales, los medios de comunicación, Harto de los políticos que polarizan, y son polarizados. Que un día dicen una cosa y al otro lo contrario dependiendo de las medidas que acuerden uno u otro. También de todos nosotros, que criticamos a los políticos por las medidas, y somos incapaces de cumplirlas.
Cansado de las cifras, de los datos, del horario del toque de queda, que si a las 23 o a las 22, o a la hora que la venga en gana con tal de marcar la diferencia. Agotado de las medidas absurdas e imposibles de cumplir, que si los fumadores sólo pueden fumar sentados y no caminando (o al contrario). Mensajes como el eslogan de “en navidad nos quedamos en casa” pero que permitía juntarse con los convivientes, allegados hasta un máximo de 10 personas, y que cada comunidad, y los ciudadanos interpretamos a nuestra manera.
Superado por el sketch de la semana en la que un político intenta explicar el por qué se puede ir de una localidad a otra a esquiar, a cazar pero no ir en bicicleta o a pescar. Escucharlo intentando explicar los motivos de tan “sabia decisión, nos transporta 30 años atrás con Encarna y las empanadillas de Móstoles.
Aburrido de las almendras, comarcas, zonas básicas de salud, áreas sanitarias y, del confinamiento perimetral autonómico, provincial o municipal. Y, ¿qué decir de los niveles de alerta?. Si te preguntan en cuál estás, sabrás responder, que si extremo, alto, medio alto, bajo, nueva normalidad.
Harto, de los “cuñaos”, “expertos” en la pandemia, que no sólo predominan entre la familia y amigos, sino entre algunos médicos y tertulianos, que dictan sentencia sobre determinadas medidas adoptadas por los comités científicos, y que pontifican en las redes, radios y televisión, sobre el confinamiento total, los grupos prioritarios en las vacunas, la curva y cualquier cosa por la que se le pregunten.
Y, lo que es peor me siento culpable de esas sensaciones, pensando en lo que sufren otros colectivos esenciales, que están en primera línea de la pandemia, y que luchan denodadamente por impedir el avance del virus. Por eso a pesar de todo intento seguir las pautas sanitarias y de seguridad recomendadas.
Necesitamos responsabilidad y disciplina individual de todos los ciudadanos. Pero también aunque se discuta y discrepe de forma institucional por parte de las autoridades políticas y sanitarias, debe prevalecer el diálogo y el consenso para combatir la pandemia. ¡Un poquito de por favor!.