Pedro De Lorenzo y Macías
¡La cristianización de Caldas de Reis! Sus vicisitudes.
En el ensayo anterior, hemos reseñado la romanización de Caldas de Reis. Comentamos que debió ser ardua la tarea de pacificar o ganarse la confianza de los pueblos de etnia celta. No sabemos en qué año se ubicó la Legión X Gemina para mantener el orden y la seguridad de la Mansio Romana. Se han hallado dos lápidas que hacen referencia a legionarios romanos de la Gemina. Ésta abandonó Caldas de Reis en el año 70 d. C., con destino a Germania.
En la parcela en que se encontró el altar del dios Edovio, hallaron restos de estructuras romanas, un sepulcro y monedas correspondientes al mandato del Emperador Galieno (253-268 d. C.). En los años 397-400, en el Concilio de Toledo, asiste el Obispo Exuperantius, cuya sede estaba sita en el municipio Celenis.
¡Vamos a pincelar unos rasgos del Emperador Galieno (218-268)! Ya el imperio romano empezaba a flaquear. Tomó las riendas con abrumadoras crisis; impuso su autoridad, tras convencer al senado que él impondría el orden. Lo logró. Una de las argucias fue la cantidad de monedas acuñadas durante su mandato; era un buen método propagandístico. No es de extrañar el hallazgo de alguna moneda de su esfinge en nuestra Caldas de Reis. Cesó las persecuciones contra los cristianos, pero la siguió prohibiendo.
¡Ya Roma dominaba nuestras tierras, el cristianismo se fue instalando en tierras gallegas! En el imperio romano los cristianos iban aumentando y alcanzaron un 10,5% de la población. Ante este hecho, el Emperador Constantino en 313 en el edicto de Milán declara el cristianismo como una de las religiones oficiales, con los siguientes decretos:
- Abolió las persecuciones contra los cristianos.
- Recuperar sus bienes confiscados.
- El cristianismo adquiere un estatus privilegiado.
- Se inicia persecuciones contra otras creencias.
Hay una leyenda sobre la conducta de Constantino para liberar de la opresión a los cristianos, la comenta Eusebio de Cesarea (Vita Constantini): "Él había sido educado en la adoración del dios Sol (Sol Invictus); en octubre del 312, antes de la batalla del Puente Mulvio tuvo una visión: alrededor del mediodía vio una cruz de luz en el firmamento, sobre el sol, con esta inscripción: «In hoc signo vinces» («Con este signo vencerás»). Anocheció, "mientras dormía, el Cristo de Dios se le apareció con la misma señal que había visto en los cielos, y le ordenó que asemejara esa señal que había visto en los cielos, y que la usara como protección en todos los combates contra sus enemigos".
Constantino consideró que fue elegido para apaciguar los desórdenes religiosos; convocó el Primer Concilio de Nicea (325); en este concilio se condena el arrianismo. Es una creencia cristiana que descarta la trinidad: "afirman que Jesucristo fue creado por Dios Padre y que el hijo de Dios no existió siempre. Esta creencia se basa en varios textos bíblicos, en especial en un párrafo del evangelio según San Juan: Habéis escuchado que os he dicho: «Me voy y vuelvo a vosotros». Si me amarais se alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es mayor que yo". )
En esta villa hay vestigios que fue Cristianilizada por Prisciliano. Muchos aseveran que nació en Galicia en el año 340, pero desconocen su cuna, el lugar de su nacimiento. Próspero de Aquitania lo ubica en Galicia, hijo de una familia senatorial, de origen noble. En el 370 va a Burdeos en busca de formación, bajo la docencia de Delfidio. A las afueras de la ciudad, su mentor, esposa y él fundan una comunidad de tendencia ascética. Tuvo una relación con la hija de Delfidio, cuyo nombre fue Prócula. Pronto ganó enemistades, destacando Itacio de Ossonoba; éste atribuye los conocimientos de Prisciliano de astronomía y magia a un predicador gnóstico y maniqueo de Menfis, un tal Marcos.
El gnosticismo se originó en el siglo I entre sectas judías y cristianas antiguos; defendían el conocimiento espiritual ante las enseñanzas ortodoxas y la autoridad de la Iglesia. El maniqueísmo fue fundado por el sabio persa Mani (215-276); manifestaba que era el último profeta enviado por Dios, siguiendo a Zoroastro, Buda y Jesús. Sus postulados son: la Gran Dualidad, lucha entre el bien y el mal. Interpreta los hechos como buenos o malos, sin términos intermedios.
Estas dos tendencias influyeron en el pensamiento de Prisciliano y en su doctrina manifiesta: Intenta reformar el clero a través del celibato y pobreza voluntaria, ampliando estos conceptos a todos sus fieles.
Propulsa la interpretación de los evangelios según la clarividencia del lector. Exige que la iglesia que vuelva a su origen, "unirse con los pobres".
Sus reuniones las realizaba de noche en bosques, cuevas o aldeas alejadas de las villas. En su liturgia era muy importante el baile, incluyendo varones y mujeres. La Eucaristía la celebraba con productos típicos de la zona, sustituyendo el pan y el vino por leche y uvas; acogió a mujeres y esclavos en lectura de textos bíblicos. En su tiempo se fomentaron revueltas campesinas; sus ideas tienen gran acogida, entre mujeres y campesinos, por su rechazo a la unión de la iglesia con el Estado Imperial y a la corrupción de las jerarquías eclesiásticas.
En el concilio de Caesaraugusta (380), celebrado en Zaragoza y postulan las costumbres priscilianas como indeseables: «mujeres que asisten a lecturas de la Biblia en casas de hombres con quienes no tienen parentesco; el ayuno dominical y la ausencia de las iglesias durante la cuaresma; la recepción de las especies eucarísticas en la iglesia sin consumirlas de inmediato; el apartamiento en celdas y retiros en las montañas; andar descalzos (nudis pedibus incedere)».
Menéndez y Pelayo plasma su consideración: "se presenta como un teólogo protestante que no acata más autoridad que la de la Biblia y se guía al interpretarla por los dictámenes de la propia razón"
Hacia el año 379 regresa a Galicia, escogiendo a Aqua Celenis (Caldas de Reís) como su zona privilegiada. Su doctrina se extendió por toda nuestra Galicia. Reseñamos la gran importancia de sus enseñanzas en Caldas; llegaron a tener poderío, lo suficiente para expulsar a su obispo católico. Lo hace constar las actas de Primer Concilio de Toledo (397-400); asiste el obispo sustituto Exuperacio, ya que al titular Ortigio había sido expulsado de su sede y enviado al exilio por los priscilianistas de Aqua Celenis. Al final del acta se decreta que Ortigio recupere su diócesis.
Prisciliano fue condenado en el año 385 por inmoralidad y magia, decapitado con algunos de sus discípulos en Tréveris (Alemania). Aunque fue defendido por Martin de Tours (San Martiño), se realizó la ejecución.
Muchos se escandalizaron ante dicha decapitación, ya que consideraban a Prisciliano hombre piadoso y entregado al culto de Dios. Su muerte es considerada como el primer ejemplo de la justicia secular. Su doctrina perduró casi 200 años después de su muerte, hasta mediados del siglo VI; ha sido perseguida por la Iglesia y por el decadente imperio romano.
Ya lo comentamos; tal vez estas dos premisas fueron la causa de su martirio: su negación de la trinidad y la creencia en un hermano gemelo en Jesús. Pocos de sus escritos se han conservado. En 1885 hallaron en la Biblioteca de Würzburgo (Alemania) manuscritos de Prisciliano, divididos en 11 tratados, en los cuales denuncia la corrupción en la Iglesia, que se daba más al vicio que al servicio.
Estos manuscritos se publicaron cuatro años después. En 1975 salieron a la luz en España. Ya Menéndez Pelayo (1882) había publicado algunos de ellos en la Historia de los heterodoxos españoles.
Nos pincela Méndez Ferrín: "Con su muerte no consiguieron abolir el movimiento de Prisciliano, sino que tomó más auge, extendiéndose por todo el Umia y partes de Galicia; se persiguen a los anacoretas, vegetarianos, ascetas; todo lo que manifestase el naturalismo de Prisciliano, trayendo en jaque a la Iglesia Católica".
Sulpico Severo asevera que los restos de Prisciliano fueron trasladados por sus discípulos en el año 389. Hay diversas opiniones sin soporte histórico.
Juan Arias, escritor y periodista: "Prisciliano fue bastión de oposición a las medidas tomadas por los poderes contra los seguidores del movimiento priscilianista y contra el propio Prisciliano" y asegura que "se le veneró como santo y mártir una vez que su cuerpo decapitado fue traído a España para ser enterrado donde evangelizó, en Galicia"
Miguel de Unamuno establecía una estrecha relación entre esta figura y el espíritu del pueblo gallego, asegurando que en esa tierra era común el paganismo -fantasmas, ánimas del Purgatorio, agüeros y brujerías-, tal vez por influencia de este antepasado, que señala del noroeste.
Determinados representantes de la Iglesia han aceptado la posibilidad de que Prisciliano fuese enterrado en Galicia, pero no en Santiago.
¿Dónde fue depositados sus restos mortales? Hay serias controversias.
Luis Duchene (1900) defiende que el que está enterrado en la Catedral de Santiago es Prisciliano; se basa en el viaje de sus discípulos que lo trajeron a Galicia por la ruta, conocida hoy como Camino Francés Jacobeo. También defiende este postulado Sánchez-Albornoz y Unamuno.
Monseñor Guerra Campos menciona que los restos el hereje podrían estar enterrados en Los Martores, parroquia de San Miguel de Valga (Pontevedra); se basa qué en una ermita, datada en el siglo VI, se encontraron unos sarcófagos.
Celestino Fernández de la Vega apunta que fue enterrado en Santa Eulalia de Bóveda (Lugo).
Leído todo lo expuesto, ponemos a vuestra consideración el siguiente argumento: "Pudo haber nacido en Caldas de Reis o sus aledaños, ya que los más adictos a él fueron los de esta comarca y en esta villa hubo casas patricias. Tuvo que ser hijo de persona de gran influencia y bien conocida por los pueblos de etnia celta. En cuanto a su tumba, no tenemos hechos fehacientes para poder postular su lugar".
La muerte de nuestro ilustre gallego trajo una lucha entre sus discípulos y las enseñanzas de la Iglesia Católica. A partir de su muerte, Caldas de Reis tuvo gran relevancia social, política y religiosa. Ostenta la categoría de sede episcopal y de municipio romano, con grandes derechos y obligaciones. Recordad lo que hemos expuesto arriba: hacia finales del siglo IV, los discípulos de Prisciliano mandan al exilio el obispo católico, colocando a uno de los suyos: Exuperacio, que asiste al concilio de Toledo.
¡Vaya paradoja! Los que influyeron el dominio de la Iglesia fueron los suevos, que practicaban el arrianismo. Lo abordaremos en el siguiente ensayo.
Pedro de Lorenzo y Macías.
Fotografías: © Celina Reguera. Coordinadora Área de Cultura de Caldas de Reis.