Manuel Pérez Lourido
No te pongas a ver series
… o pensarás que los detectives privados, los policías de las brigadas de homicidio, los agentes del orden en general, se pasan la vida corriendo campo a través (o monte arriba) para mantenerse en buena forma. Esto lo he visto decenas de veces en otras tantas series policiacas. Los pobres deben tener un sueldo lamentable, porque no los verá usted en un gimnasio, no: campo a través, sudando como descosidos y con unas pintas que parecen escapados de un casting para una nueva versión de "Perros callejeros".
Está visto que ya no se llevan personajes como Colombo o Kojack, singulares y un tanto deprimentes. Ahora la investigación criminal es cosa de gente sana, un poco retorcida, eso sí, y sobre todo con una vida sentimental absolutamente inestable. Se les pinta como inadaptados sociales, adictos al trabajo, dispuestos a todo para lograr poner a los malos a buen recaudo. Y todos y todas son guaperas o van camino de ello. En cambio Colombo y Kojack… bueno, tal vez el sex-appeal de este último convalidase como…, pero no, esta gente iba a lo que iba y no había subtramas con historia de amor y de cama.
He comenzado a ver una serie checa y en la primera escena el futuro policía (porque se alista un par de escenas más tarde), vestido con ropa deportiva de un contenedor de Cáritas, resuella monte arriba. Y precisamente lo que pronosticaba que ese ingeniero terminaría de policía (como lo oyen) era ese agobio de cabra montesa. Eso es de policías de series de televisión, que se lo digo yo.
Las series de países del Este se parecen mucho entre sí, igual que las inglesas, las nórdicas o las norteamericanas. En general, cada país manufactura sus productos audiovisuales de forma totalmente reconocible. Y no porque se lo obligue una especie de orgullo nacional, sino porque no se pueden borrar las manchas del tigre. Las series coreanas, que también he visto alguna, también se parecen entre sí. Sobre todo porque salen actores y actrices coreanos. Aunque para el caso podían ser chinos, no nos vamos a poner ahora con la vieja discusión. Me apuesto lo que sea a que la mitad de los chinos son coreanos realmente y la mitad de los coreanos, chinos. No lo puedo demostrar, pero lo intuyo. Igual estoy diciendo algo incorrecto políticamente, pero esto tampoco lo puedo demostrar, también lo intuyo.
Ahora tendría que decir algo de las series españolas, algunas exitosas como "La casa de papel" y hacerlo con una intención claramente denigrante (es proverbial la costumbre de poner a parir lo nuestro). Pero no, correré un estúpido velo, no sin antes señalar que las series de televisión españolas es mejor verlas dobladas en otro idioma y con subtítulos: la declamación, la dicción, etc todavía es nuestra asignatura pendiente.