Tribuna Viva
Por el interés, te quiero Andrés
El presidente de la verde y siempre bonita Galicia, el cual no es santo de mi devoción me gustaría puntualizar, ha declarado que se están planteando implantar la vacunación obligatoria de los ciudadanos gallegos y no he leído, con relación a esta noticia, más que comentarios negativos y críticos.
Me encantaría saber cuantas de estas personas que se niegan a vacunarse y además se jactan de criticar esta medida basándose en el hecho de que se coarta su libertad, cambiaría rápidamente de opinión si el pinchazo en el brazo le permitiese volver a tomarse unas cervezas con los amigotes, viajar o, en resumen, llevar una vida parecida a la que tuvimos hace no mucho y que tanto echamos de menos.
Básicamente, un "por el interés, te quiero Andrés" de toda la vida.
Recuerdo a los lectores que no se puede asegurar, a día de hoy, que las nuevas cepas y mutaciones no empeoren la sintomatología y la gravedad de la enfermedad. Dicho esto, ¿se debería permitir que los ciudadanos que no quieran vacunarse puedan deambular libremente y exponerse al virus pudiendo ser potenciales pacientes graves? La verdad es que no lo sé, tristemente esta decisión no la tomaré yo, un humilde enfermero, ni siquiera otro sanitario mejor formado que un servidor o un catedrático experto en el tema, si no que serán nuestros queridos políticos.
A pesar de mi desilusión con respecto a este asunto, quisiera aprovechar este artículo, si se me permite, para recordar a esos fervientes seguidores de Miguel Bosé y este tipo de personajes esotéricos e ignorantes que, probablemente, gracias a las vacunas de las que reniegan ahora y que les han puesto en la infancia como la difteria, la tos ferina o el tétanos, entre muchas otras, están hoy aquí permitiéndose el lujo de "tomar esta decisión".
La sociedad nunca dejará de sorprenderme.
Alberto Fernández