Lucía Lourido
Portal48. Me encanta la crisis: Aerógrafo y grafitis
No me malinterpretéis, sé que hay gente que lo esta pasando mal. Pero ¿favorece a alguien pensar en eso? ¿Acaso los va a ayudar?
Pensemos por el contrario qué podemos sacar de positivo, o en qué nos podemos beneficiar...
Ayer al volver de clase de meditación, tomo un camino nuevo. Me meto por Rúa do Laranxo (bajando la Herrería) y hete aquí que descubro un nuevo local: "Portal 48" se hacía llamar.
Como a aquellas intempestivas horas estaba cerrado, fui hoy de día para preguntar. Las chicas me explican que se trata de un local abierto a los artistas para que dejen fluir su creatividad. Dado que en sus casas, con tanta pintura, la creatividad desborda y puede manchar, estas chicas nos brindan la oportunidad de olvidarse... de que luego toca limpiar.
Además luego los artistas pueden usar el local como galería de arte donde exponer sus obras y también se dan clases de cosas diferentes: desde clases de ganchillo a mandalas, de libros de recortes (scrapbooking) a danza africana. La mayoría de ellas me han llamado la atención desde siempre pero nunca me había propuesto hacerlas. Otras son novedosas y fascinantes, como aprender a decorar la ropa con aerógrafo... Así que ahora que lo tengo a un paso... ¿por qué no empezar?
A mí, para tratarse de una ciudad pequeña, me ha parecido muy original. En Santiago sí que hay unas cuantas más tiendas de "cousas feitas a man". Me sorprendió gratamente descubrir por la Rúa de San Pedro cómo empezaban a proliferar.
¿Os imagináis que dejamos de vernos invadidos por centros comerciales, idénticos, donde todo es igual, aquí y allá? Y que empezáramos a entrar en pequeños negocios en que ante las piezas dijeras: ¡qué bonito! Viendo el cariño y pasión con que está confeccionado, tejido, pintado... Soñar con formas y colores. Imaginar lo que tú harías con esos materiales, porque en el fondo siempre te apeteció hacer algo así, aunque no supieras lo qué. Un espacio que te hace reconectarte contigo mismo, parar, valorar ese arte, así como el microcosmos único e impredecible de esa persona creadora. Explorar ese microuniverso de alguien que, frente a la crisis, tuvo el valor de descubrirse y reinventarse a sí mismo