Fernando R-Triana González
Vallecas
Vaya por delante que la empatía que uno siente por Vox es la misma que la demostrada por determinado fiscal en el caso de una agresión sexual en Sabadell para con la víctima de tan horrendo crimen.
Una cosa es la afinidad por determinada ideología política, las querencias de pensamiento y vitales de cada quien, pero creo que es mucho más importante respetar las reglas del juego democrático.
Nos guste o no, Vox es un partido legal con representación no solo en nuestro Parlamento sino en muchos otros foros políticos, está refrendado por las urnas y, por lo tanto, cuenta con la aprobación de muchos ciudadanos de este país.
Se ha juzgado, con escasa equidistancia, su presencia en Vallecas en un alto electoral como si esto fuera un provocación sin atender a las más elementales normas de convivencia entre los que no comparten en absoluto nuestras ideas. Vox es libre de hacer actos públicos o políticos donde quiera, también es libre el pueblo de mostrar su rechazo, ni más ni menos que con otras fuerzas de otro signo, sin caer en el fanatismo y, sobre todo, sin olvidarse de respetar los límites de la tolerancia. Aquellos que utilizan la violencia quedan descalificados para la crítica y se sitúan en la misma orilla de lo que ellos mismos denuncian.
Es muy lamentable que algunos partidos no hayan condenado de forma inequívoca su repulsa a esta forma de protesta que solo incita a una crispación mayor que España no necesita. Hay que ser firmes y todos aquellos con representación democrática deberían censurar estos actos de forma contundente, si envían un mensaje ambiguo pueden caer en la demagogia, pues solo cuando se producen en sentido inverso hablan de libertad o fascismo.
Dejemos a los votantes la capacidad de elegir y de disentir en aquellos lugares que son naturales en un estado de derecho. No permitamos que el odio o la sinrazón nos nuble el juicio. Aportemos concordia y respeto, aunque las ideas de los otros nos parezcan cuanto menos cuestionables, porque a fin de cuentas el tiempo y los votos de la ciudadanía pondrán a cada uno en su lugar.
Fernando R-Triana González
Militante Socialista