Vicente G. Rivas
Nuestro objetivo como Imperio: Primeros en reciclaje
Con el arranque del curso político y después de las reflexiones vertidas a raíz de la aspiración de Madrid para albergar los JJOO de 2020, con halagos incluidos, es buen momento para analizar el verdadero camino que este país sigue para estar entre los mejores del mundo, o lo que es lo mismo, aquello que alguien definió como la "Champions League de la economía" o "la Alianza de las Civilizaciones". Son estos los primeros datos de este análisis puesto que del primero hemos pasado a ser "ejemplo para Europa y el mundo" y el segundo, paradojas de la vida política, es utilizado por quienes lo criticaron en su momento.
En los últimos días y semanas hemos visto y oído hablar de ordenadores que se autodestruyen para su uso por otras personas contratadas por la 'empresa'. Las secretarias no se deshacen de agendas porque sí; lo hacen para reaprovecharlas. Hasta los políticos dejan el primer plano, por ejemplo en Andalucía, para pasarse a otra dimensión porque es preciso que las nuevas generaciones vayan tomando posiciones en eso de la 'representación pública'. En el mundo de la empresa sucede tres cuartos de lo mismo, es decir, sociedades que se reinventan para mejorar la productividad o estudiantes de ingeniería o física que se transforman en camareros en tierras germanas o repartidores de chuches en Murcia. El mismísimo expresidente de la patronal ha optado por cambiar ante las condiciones adversas de su holding, dedicándose desde hace un tiempo al funcionariado de prisiones ¿Y los medios de comunicación? No cierran o despiden a los periodistas porque sí. En realidad persiguen que los 'plumillas' se conviertan en expertos en Internet, el futuro. Pero si hasta del varapalo de la elección de Madrid 2020 hemos aprendido. Se dice, comenta y rumorea en estas terras do interior que se destinarán los pabellones, estadios o campos de regatas construidos a bodas, bautizos y comuniones. En el mundo de la banca, al que han ido a parar miles de millones del bolsillo común, hemos logrado vender EVO Bank previa tasación de más de 120 millones, por 60, es decir, un negocio redondo, y es solo un ejemplo. Por cierto, a los preferentistas que les den una Fanta.
Nuestro inglés, en contra de lo dicho estos días, no es que sea malo, es que lo pronunciamos así para dar mayor empaque al 'spanglish'. La propia Esperanza Aguirre propone sus recetas de "regeneración"; lo hace después de haber reconocido su agotamiento como representante pública y pasarse al sector privado. Además, ella sí sabe hablar inglés, que para eso estudió en un colegio de pago. Estoy seguro de que ahora mismo solo regresaría a la política para salvaguardar sus principios, los de la res publica, no los de la expresidenta madrileña, aunque según la percepción de algunos indeseables su único afán es recuperar el papel de lideresa salvadora ¡Mal pensados!
Si logramos reutilizar desde ordenadores y agendas, hasta empleados y empresas, pasando por bancos, cajas y políticos, nadie podrá detenernos. Este debe ser el objetivo al que dedicar todos nuestros esfuerzos: ser campeones mundiales del reciclaje (¡de fútbol ya lo somos!). Cuando lo consigamos... volveremos a ser un Imperio, con pollo y todo.
16.09.2013