Jacobo Mesías
Sorteos en Instagram
Los sorteos de Instagram están de moda. Cualquier usuario de la afamada aplicación puede dar cuenta de ello, y es que, día sí y día también, nos vemos bombardeados con stories y publicaciones que nos animan a participar.
La dinámica es sencilla: una empresa busca captar followers para difundir su marca, así que decide sortear algún artículo o servicio de forma aparentemente altruista, y digo lo de altruista por el mero hecho de que el usuario simplemente tiene que comentar, compartir y o seguir a la cuenta en cuestión para participar, esto es, no hay ningún desembolso económico.
Muchas veces son productos o servicios de marcas que ni siquiera conocemos, pero… ¿qué más da? Total, participar es gratis, y el premio viene regalado... ¿o quizá no?
Desde el punto de vista del premiado, lo primero que conviene señalar es que habrá obtenido lo que fiscalmente se conoce como ganancia patrimonial, esto es, una variación al alza de su patrimonio como consecuencia del sorteo. Trasladando lo teórico a lo práctico: deberá incluir el valor del premio en la declaración de la renta.
Por lo que respecta al promotor del sorteo, no solo tendrá que pagar el impuesto sobre actividades de juego (10%), sino que, además, deberá practicar una retención al ganador del 19 % del valor del premio (salvo que este sea muy reducido).
De hecho, cuando se trata de premios con una cierta relevancia económica, es frecuente que el promotor opte por repercutir la retención directamente al beneficiario, que tendrá que pagar esa cantidad para poder recibirlo.
En definitiva, a hacienda le corresponde un buen pellizco en ese pastel. Por ello, sorprende un poco ver cómo la mayoría de sorteos online permanecen ajenos a toda obligación fiscal, como si no fuese con ellos.
La razón no es otra que la desidia de la inspección tributaria para perseguir este tipo de operaciones. Salvando las distancias, sucede algo similar con las ventas en plataformas como Wallapop o Milanuncios, que también están sujetas a tributación, pero pasan fiscalmente desapercibidas como si tal cosa.
En lo sucesivo, cabe esperar que esa bola de nieve siga creciendo hasta que alcance entidad suficiente como para que la administración decida centrar sus esfuerzos en ella. Por lo pronto, los últimos presupuestos generales ya contemplan la implementación de medidas para mejorar este control, con "atención específica a las plataformas de venta por internet", de modo que ese momento podría no estar lejos.
Por último, termino deseando mucha suerte a los participantes en sorteos online, y suerte también si toca el premio y no se declara ¡La fortuna ayuda a los que se atreven!