José Antonio Gómez Novoa
Ventana indiscreta: El viaje
Los primeros días otoñales de julio, hemos hecho una lectura positiva de la situación atmosférica, amparándonos en la teoría, de que nuestro presidente ha retrasado la llegada del verano, a la espera de la vacunación del 70%, o bien logramos consolarnos con que la temperatura es mejor así que con los 40 grados que hay en parte de la geografía española. Somos positivos y decidimos hacer un viaje de fin de semana, por nuestra comunidad autónoma.
El sábado nos acercamos a Lugo, que está como siempre muy bonita, y con un buen ambiente en las terrazas, y unas tapas ricas, ricas. Nos hospedamos en un apartamento que pintaba muy bien, pero la comodidad de los colchones dejaba mucho que desear. Te acostabas, y contemplabas como parte de tú cuerpo se hundía en las profundidades, y al moverte el somier hacia un ruido parecido al chirrido de los frenos del coche.
Contactamos con la propietaria, que nos responde: “el colchón, es de alta densidad, tiene efecto memoria, quiere decir que cuando se tumba se adapta al cuerpo, y cuando se levanta vuelve al estado original”. No alcanzamos a comprender, pero la única explicación que le encontramos, es que las áreas cerebrales del colchón presumiblemente asocien los recuerdos de los últimos visitantes, y se mantenga silente ante nuestra presencia.
El segundo día, ruta por la mariña lucense a visitar sus espléndidas playas: Las catedrales, playa de Area. Arenas finas, cuevas, dunas, aguas de todos los colores. Un auténtico relax, que culminamos con una deliciosa comida: huevos rotos con pulpo, y unos chipirones de la ría.
Regresamos al apartamento, dispuestos a dormir en el sofá cama como alternativa al colchón de última generación. Nos ponemos a la búsqueda del mecanismo de apertura, y lo único que encontramos son las patas de apoyo. Nos peleamos con él, y se resiste al cambio de imagen, de sofá a cama. Contactamos de nuevo con la propietaria, y ésta nos dice que es un sofá estilo futón de apertura simple, como si fuera un libro. Con un movimiento de balanceo 90º, y despliegue hacia atrás, quedará como una cama matrimonial super cómoda.
Fue imposible para nosotros, incluso buscando la ayuda de un tutorial de youtube. Optamos por dormir de lado con la espalda reposando sobre el respaldo. Hoy escribo éste artículo, sin poder girar el cuello a la izquierda, y quién me acompañaba sin poder girarlo a la derecha. Aun así, Galicia siempre te reconforta. A disfrutar amigos y amigas.