"Andamos justos de genios", dice la canción con la que Mecano homenajea a Dalí, y debe ser cierto, porque en algunos medios de comunicación se vierten excelencias sobre la vida de algunos personajes, olvidando que gran parte de su currículum está hecho sobre diligencias judiciales, y se llaman, antecedentes. Y digo yo, que de decirse, debería decirse todo, y que a la hora de buscar adjetivos para describir a alguien o algo, deberían estos ajustarse a la realidad. Hay algunos hechos que no se pueden olvidar, y que por mucho que queramos mejorar una imagen, a veces es imposible. Hay personas que tras su paso por la vida, han dejado un reguero de muertes, de sufrimiento y de dolor, tan grande, que es estremecedor que eso sea olvidado o simplemente sea obviado como si de una menudencia se tratase. Y no, no hablo de Franco, me refiero a la historia reciente de España, donde el caballo corría desenfrenado y acababa con la vida de muchas familias. Sí, hablo de drogas: de heroína, de hachís, de cannabis… Y hablo de narcotraficantes. Delincuentes que se enriquecen así, de esa forma, vendiendo muerte para rodearse de lujos y a base de dinero comprar hasta voluntades, que fueron juzgados y condenados, lamentablemente no todos, y que pasados los años, todo aquello parece relegado a un recuerdo en la mente de algunos, que estupefactos hoy, vemos como se ha olvidado a sus víctimas. Quien no tuvo un familiar, un amigo o un vecino, que acabó tirado por las aceras, con los brazos, los tobillos, los muslos, cubiertos de los picos que más pronto que tarde lo llevaron a la muerte. Qué frágil es la memoria y qué atrevida la ignorancia.
Hace unos días falleció el propietario de una local de alterne y mereció que algunos medios se hiciesen eco de su trayectoria, de sus famosos y conocidos contactos en la farándula, en el deporte… Y recordé aquel local, y tambien recordé lo que significaba recalar allí, porque alterne significa prostitución, y que por más que de sus paredes colgasen fotos de famosos, no cambia un ápice su significado y por más que se diga que a ese local entraba "la flor y nata del mundo más golfo de la noche viguesa" no deja de ser un prostíbulo. Y busqué en la hemeroteca sus condenas, y pensé en los que compraban la droga que este señor vendía, aquellos pobres yonkis, que para la prensa sí que eran delincuentes, porque robaban; no como el Dioni, cuya foto ilustra un artículo sobre el conocido "hostelero", que por lo visto lo del furgón lo convirtió en un tipo carismático y debe ser entonces verdad aquello que decía mi abuela con mucha sorna gallega, que no es lo mismo robar que hacer por tener. Y que por más que se menciona a Julio Iglesias y la supuesta amistad que tenían, no cambia en absoluto que este señor estaba cumpliendo condena por narcotráfico y regentó durante muchísimos años un local donde se ejercía la prostitución. No es el único que acumuló méritos para que a día de hoy, en este caso aún con vida, y con más de 32 años en prisión por narcotráfico y blanqueo de dinero, hace uso de su fama para que los medios publiciten su marca de ropa y el libro que tuvo a bien escribir para contar su verdad, y sinceramente, cuando estas circunstancias suceden me parece hasta obsceno, porque aunque haya cumplido su condena, no le exime de la responsabilidad moral de los delitos cometidos, sí, la moral, término denostado y en decadencia a tenor de sus palabras que tuve a bien leer en las múltiples entrevistas que le hacen; donde dice no arrepentirse, que no lo volvería a hacer, porque no vale la pena pasar tanto tiempo en prisión, lo que viene a ser un ensayo basado en el mí, me, conmigo, que conjugan a la perfección aquellos que no se hacen cargo del daño que causan, y se sienten ellos las víctimas. Pero la cuestión es el espacio que se dedica a personajes así, mientras que los que cada día aportan algo a la sociedad de forma altruista no tienen reconocimiento ni agradecimiento y otros que se reinventan para salir de una crisis que los crujió, que buscan emprender una actividad creando y desarrollando una idea, personas que intentan salir adelante trabajando y pagando religiosamente sus impuestos sin delinquir, no tienen repercusión ni apoyo.
Es posible que esté equivocada yo, quien sabe, y que lo que de verdad es necesario sea vivir como cigarra, para que la hormiga haga el trabajo y que por ello, su vida no tenga interés alguno. Pero como decía mi abuela, que tenía el don de simplificarlo todo y, que por cierto, bien se merecería que se conociese su historia: "El mundo se divide en dos, en un lado gente y en otro personas, tú, ¿en qué lado quieres estar?". Es fácil y sencillo así escoger de que lado estar y que ser, aunque no sea noticia en prensa.