A veces me pregunto para qué pedimos opiniones sobre nuestros asuntos personales. Puede ser que eso nos lleve al desahogo liberador, sin darnos cuenta sanamos un poco hablando. Una manera de sacar del pecho todo eso que molesta y duele. Esto me lleva a pensar en las amigas y el rol que tienen en nuestras vidas. Somos un poco de todo, sin saberlo salvamos muchas cosas importantes, o las destruimos. Somos el acento en las palabras agudas, totalmente necesarias. Siempre es reconfortante sonreír solo porque tu amiga se sonrió aun estando en medio de alguna situación difícil. Somos tan polifacéticas que podemos ser sicólogas, curanderas, maquillistas, decoradoras, y brujas de vez en cuando. Lo difícil es encontrar esa persona ideal que pueda cubrir todas esas bases al mismo tiempo sin poncharse. Ah, y sin perder el sentido del humor. Al final, a veces solo queremos pasarla bien y liberar el estrés del día a día. No hay nada mejor que la crítica honesta y cruel de esa persona que te dice las cosas como son, y sabes que las dice por tu bien. Ahí está la gran diferencia y el reto. Alcanzar ese punto es difícil y complicado. Pero una vez lo logras, te das cuenta de que hay un universo de posibilidades y nunca estarás sola.
El punto es que somos muy complicadas, maravillosamente complejas. A través de la vida conoceremos varias mejores amigas en distintas etapas y edades. La vida misma te irá mostrando el camino. Te darás cuenta de que todo evoluciona. Tu concepto de mejor amiga a los quince no va a ser igual que a los cincuenta años. Se llama aprendizaje y madurez emocional. Tu cambias por lo tanto tus expectativas también. No podemos olvidar que las hermanas, en muchos casos, representan eso en nuestras vidas. Son ángeles sin alas, siempre dispuestas y cercanas. Las hermanas son una extensión de la madre, siempre preocupadas y presentes, amigas incondicionales.
Si tu amiga te falló, te mintió o te traicionó, no te preguntes tantas bobadas, no lo compliques en tu mente, entiende que no era una amistad verdadera. Pasa la página y aprende del proceso. No es tu culpa. No hiciste nada mal. Cuando la esencia está dañada, no hay culpables, solo hay perdedores. Déjala ir en paz y fluye. La honestidad siempre es la respuesta. Mientras tanto empodérate, cambia tu estilo de cabello, ponte ese lápiz labial rojo y disfruta quien eres.
Tengo que admitir que a veces me pregunto muchas cosas, dudo de algunas y de otras estoy segura. Es parte de la vida. Meditemos juntas. Piensa en cuantas veces reconociste a esa persona por estar contigo en las buenas y en las malas, soportando tus descargas, quejas e inseguridades por los mismos temas una y otra vez. Tal vez hoy es un buen día para hacerlo. Desde dondequiera que me leas en el mundo, agradece. Siempre es bueno compartir con ella y hablar de muchas cosas, del amor y el desamor. Yo soy Jeannette, no tengo riquezas pero tengo buenas amigas y hermanas especiales. Lo que he querido decir desde el principio es que tener una mejor amiga, es simplemente afortunado.