Pepy G. Clavijo
¿Vamos a pasear por Pontevedra?
El día está soleado y apetece dar un paseo por "A Boa Vila".
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Partiremos de la Plaza de Galicia (antigua estación), subimos por la calle de Andrés Muruais, el personaje que le da nombre es el gran propulsor del Carnaval en la ciudad de él dijo Curros Enríquez que: "junto a Rosalía y Añón formaban el glorioso terceto donde las musas recogen su motivo".
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Llegamos a la Iglesia de la Peregrina (patrona de la provincia, no de la ciudad) fue construida en el siglo XVIII con planta de concha de vieira, fachada barroca y tres hornacinas cada una con una imagen; la Virgen con el Niño, Santiago y San Roque, la construcción tiene influencia portuguesa sobre todo por el color blanco en su fachada, completan la panorámica dos bellas torres y un frontón partido con la alegoría de la Fe.
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Decimos adiós al loro Ravachol y entramos en la Plaza de la Herrería, llamada así porque allí se construían las corazas de acero con faldas de mallas o láminas, las espadas y puñales para las batallas en el siglo XV, tenían tanta fama los herreros pontevedreses que los Reyes Católicos ordenaron que sus escudos debían ser fabricados en Pontevedra, el suelo estaba cubierto de hierros, se pavimentó en 1903 y la última remodelación tuvo lugar en 1986 como se puede ver al pasear o jugar (los niños) por ella.
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A la derecha tenemos los jardines de Casto Sampedro, fundador de la Sociedad Arqueológica de Pontevedra y también se encuentra en ellos la famosa fuente de la canción: Pontevedra é boa villa… y el que fue edificio de Hacienda hoy cerrado y desaprovechado, también la iglesia conventual de San Francisco de estilo ojival donde están enterrados en preciosos sepulcros Paio Gómez Charino, Fray Juan de Navarrete y grandes señores de la ciudad.
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Bajamos hasta la Plaza de la Leña llamada así porque en ella se vendía la leña que alimentaba los fogones cuando no existían para tal fin ni el butano ni la vitrocerámica, es una de las plazas pontevedresas más fotografiadas y plasmada con sus pinceles por numerosos e importantes pintores.
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El crucero que encontramos en su centro fue colocado en la segunda mitad del siglo XIX, antes estuvo en el puente del Burgo, se cuenta que era el llamado de "los bautizos de los no natos".
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Esta plaza está rodeada por edificios asoportalados. Allí se encuentra el Museo Provincial que abrió sus puertas en 1929 y desde entonces no ha dejado de mostrarnos arte, historia y un larguísimo etc. que hoy continúa en otros edificios nuevos.
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A la derecha dejamos la Iglesia de San Bartolomé y pasamos a la plaza de la Verdura llamada así porque allí es donde se vendían estos productos, antes de que las sillas y mesas de los bares inundaran con su presencia todo el recinto.
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En el edificio que hay al fondo estuvo la fábrica de la luz, de ahí "Casa de la Luz", ya que Pontevedra fue la primera de Galicia en tener luz eléctrica.
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La fuente que podemos ver ya en la calle de Sarmiento, tiene una forma especial y son cuatro las que quedan en la ciudad, de ellas se surtían los pontevedreses cuando no había agua corriente en las casas.
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Ya llegamos a la Plaza de Méndez Núñez donde vivió el almirante. Como podemos comprobar en la placa de su casa, saludamos a Valle Inclán y nos enteramos que esta plaza se llamó "de las galiñas" ya que en ella se vendían pollos y otras aves.
También se usó como patio de recreo de la afamada Academia Helenes.
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Un poco más adelante y a la derecha, después de pasar unos pequeños soportales dejamos la calle que se llamó "Do peixe fritido" para desembocar en la calle Real que es camino peregrino a Santiago desde Portugal.
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La plaza de Teucro nos recibe con su magnífico escudo y rodeada de casas señoriales, se llama Teucro en honor al héroe griego, fundador mitológico de la ciudad, hijo de Telemón y Hesiode expulsado de su tierra por su padre por no haber defendido a su hermano Ayax, después de fundar Chipre llega a Galicia y funda Pontevedra.
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Unos peldaños para subir nos lleva a la puerta principal del Casino que junto a Teatro Principal constituían la antigua Iglesia de San Bartolomé el Viejo.
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Seguimos nuestro camino y la pequeña cuesta de la calle de Doña Teresa nos llevará a la Avenida de Santa María (antiguo "lampán dos xudeos") allí se asentaba la judería.
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Nos encontramos a pocos pasos del Cristo del Buen viaje y de la Basílica de Santa María que se llamó "de las veinte bóvedas" fue construida con el esfuerzo y el dinero de los pescadores de A Moureira (siglo XVI).
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La puerta occidental es un retablo en piedra obra de Cornelis de Holanda y Juan Noble.
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La crestería que circunda la parte superior constituye una filigrana que asemeja un encaje.
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Por la Calle del Arzobispo Malvar, después de bajar las escaleras nos dirigimos al Concello en cuyas puertas podemos leer: "Fúndote Teucro valiente…" que cuenta la fundación de Pontevedra.
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Frente al Concello se levanta majestuosa la escultura dedicada a los Héroes de Pontesampayo. Obra de Pola y aquí despedimos el paseo por hoy, si os gustó podemos seguir. Yo acostumbro a hacerlo sola pero, si queréis, podéis acompañarme.