Jeannette Ramos Vega
27 días: Un solo pensamiento
Se hundirán las cosas que más pesan, dejando vacíos permanentes por toda la vida.
Un beso a medias, el apetito por un abrazo, la necesidad de un te quiero.
Diremos que el cielo nos protege, más nos sentiremos solos, impotentes.
Es necesario bailar aún cuando no se escuche la música.
Es necesario amar sin excusas
para mostrarlo todo tal cual es
porque en la distancia también se ama.
El corazón no tiene multitudes,
creer en el amor y a la vez condicionarlo es un cruel disparate.
Sobreviven las yerbas y los ganados abandonados.
El océano sigue siendo grande y prepotente,
la muerte visita nuestro barrio, nuestra casa,
mientras tanto nos acaricia para consolarnos.
Seguiremos siendo hipócritas cariñosos y dulces logrando esconder la verdadera maldad.
El alma sigue, continúa viva, a veces desamparada,
tomada de la mano del espíritu al que no le puedes mentir.
Nuestra manera de juzgar es el verdadero enemigo, esos ojos grises con los que miras y juzgas, con ellos mismos serás mirado.
Inventamos normas y reglas solo para poder fracasar.
El aliento y la brisa se mezclan para darte un poco más de vida.
No llames al diablo esperando que te responda Dios.
Si no sabes amar, no lo llames amor.
Si no sabes perdonar, no lo llames perdón.
Si hieres, no eres amigo.
Si dañas no exijas perdón.
Estamos aquí, en un viaje
de muchos viajes.
Hoy eres tú, mañana seré yo.
Primero enferma el alma,
agoniza,
sufre,
se quiebra la voz.
Que se hunda todo,
que tiemble el universo
sacudiendo la tierra
menos nuestro gran amor egoísta.
Que todo agonice,
puede morir todo, menos tu y yo.