Pedro De Lorenzo y Macías
Memorando a Don Magín Alfredo Froiz Planes
Ayer, jueves, 10 de marzo del 2022. Estábamos en una reunión en el Monasterio Mercedario de Poio. ¡Una llamada! ¡Triste mensaje!
"Acaba de fallecer el gran humanitario, el ejemplo de empresario: MAGIN ALFREDO FROIZ PLANES".
Su espíritu voló al inicio de la vida…, al misterio de la existencia. ¡Solo tenía 78 años! La cruel, vengativa muerte lo dejó inerte; solo su cuerpo. Su espíritu estará siempre presente entre todos nosotros, los que le conocimos.
Nació en 1943, en un pueblo de Huesca; siendo niño, su familia se ubicó en esta bella ciudad, mimada por los ríos Lérez y Gafos, alimentando a la hechicera de nuestra ría.
Sus padres comenzaron su actividad en la Plaza de Abastos, en el ramo de carnecería; ahí fue alimentado y observando lo que demandaba nuestro entorno: Un complejo que surtiese de todos los productos a los
ciudadanos, facilitándoles las mejores ofertas del mercado.
Pronto se aventuró a realizar su sueño. Lo inicio con una pequeña tienda, luego fue abriendo supermercados en varios puntos estratégicos: llegó a crear una fuente de riqueza, generando muchos puestos de
trabajo.
Se basó en dos parámetros: estudiar el entorno en cual era necesario una Gran Área Alimenticia; el estar al lado de sus recursos humanos: los empleados.
Siempre atento a sus problemas, su ayuda, su ejemplo. Para él, ellos eran parte importante de su familia. ¡Rehusó la contratación basura! En tiempos de dificultad, no hizo ningún ere o despido para ahorros fiscales.
Tal vez estos dos parámetros fueron su gran triunfo. Fue y será imagen del Gran Empresario: crear empleo y fidelizar sus recursos humanos.
Fotografía: © Sofía Lorenzo Gómez.
Esta reflexión la expresó la Comunidad Mercedaria, que se trasladó a la Capilla, solicitando a la Madre de la Misericordia, que lo acoja en el seno de su Hijo, Jesús.
Las únicas certezas existenciales son: naces, caminas y mueres. Lo difícil para los humanos es el caminar. Magín Alfredo eligió la senda de crear riqueza para todos, estar siempre dispuesto en ayudar a los necesitados.
¡Tenía una gran afición por el deporte! Financió a varios colectivos deportivos: ciclismo, piragüismo y todo deporte de base. Tenía una gran convicción: "Niños que practican deporte, se alejan del peligro de las drogas, el sida que se llevó a muchos jóvenes pontevedreses, en el año 1982-3".
Su empatía, sencillez, atraía a las personas para lograr sus objetivos, siempre humanitarios.
Se casó con Pepa y tuvieron tres hijos: Antonio, José y Braulia. Sentimos vuestra tristeza, pero su espíritu siempre estará en vosotros.
Nos dejó unos grandes valores a seguir: fomentar empleo, sencillez y hermandad.
Ayer y hoy fueron unos días muy tristes, duros, para toda la familia, para todos los empleados, para todos nosotros. Cojamos su testigo y luchemos por la creación de empleo, por general riqueza para evitar el umbral de la pobreza. Estos valores nos los deja como ejemplo a seguir: Ser el primero en abrir la empresa, y el último en salir.
Amigo Magín Alfredo, ya estará tu espíritu gozando de la Divinidad.
Siempre vivirás en nuestros recuerdos.
Pedro de Lorenzo y Macías.