Jeannette Ramos Vega
27 días: El beso
Bésame cuando nadie
esté mirando,
bésame frente a todos.
Bésame con la mirada,
con tus manos y tus labios.
Bésame sin prisa,
sin pausa, eternamente.
Consume mis labios
por un corto tiempo,
hasta siempre.
Bésame antes de un te quiero.
Un beso tuyo no es cualquier beso.
Un beso tuyo, es el beso.
Para mí los besos en la boca son una de las demostraciones de afecto y amor más íntimas entre las parejas o enamorados.
En muchas ocasiones es el preámbulo a todo lo demás. Es el permiso o aprobación física a otras cosas importantes.
Un sello, una llave, un sí. El intercambio privado de fluidos que en otras circunstancias no podríamos permitir, tolerar o disfrutar.
También usamos los besos como una demostración de perdón, una disculpa aceptada o una reconciliación.
Transferimos sentimientos, amor, deseo, ganas. A veces es algo carnal, a veces pasajero.
Pero la mayoría de las veces es importante y significativo. Es ese momento que imaginamos de adolescentes y disfrutamos a plenitud en la adultez.
Cuando te gusta una persona, una de las primeras cosas que imaginas es su manera de besar y como te hará sentir. Si no te gustan sus besos, es posible que la magia desaparezca. Así de íntimo y significativo puede ser un beso. Es esa química que atrae y nos lleva a desear más. Se envuelven las sensaciones físicas y las emociones en un mismo cuerpo. Define muchas cosas. Nos da las respuestas necesarias.
Tus labios
tienen el sabor a cosas
que me recuerdan el amor.
Sabores nuevos que
se tornan parte de mi boca.
Tus besos hacen que
todo lo que siento
sea perfecto.
Si es un beso de amor
el cuerpo lo reconoce,
el corazón lo siente,
la mente lo acepta.
No somos los únicos que juntamos nuestras bocas para estos fines.
Las hormigas se tocan las antenas entre ellas y además se transfieren alimentos y nutrientes por medio de lo que podríamos llamar un beso.
El chimpancé utiliza el beso como un modo de demostrar afección, besan con intereses románticos y afectivos.
Los delfines son conocidos por su especial manera de interactuar, rozando sus hocicos y dando pequeños mordiscos en señal de amor.
Uno de mis favoritos son los flamencos. Ellos se acarician, juegan y hasta danzan además de besarse.
Claro está, son besos diferentes debido a que ellos no tienen labios, se besan a su manera. Pero un beso es un beso.
Antes de besarme
mírame a los ojos
y encuéntrame.
Bésame en los momentos
en que todo lo demás sobre
y solo existamos tu y yo.
En mis labios estarán
esperándote todas las emociones.
Cierra los ojos en medio
del beso más apasionado
de tu historia.
Si no se siente bien,
entonces no está bien.
Si no te hace flotar,
entonces no es para ti.
Bésame con amor,
con delicadeza,
quiero perderme
en tu boca.