Manuel Pérez Lourido
The Beatles met the Queen
En su canción "(I never wanted) To be a star", Cat Stevens comenta sucesos personales destacados de cuando tenía diecisite años (1965). Uno de ellos hace referencia a la primera recepción a los Beatles en Buckinham Palace por parte de Isabel II ("the Beatles met the queen"). Si tenemos en cuenta que solo dos años antes habían sacado su primer album, "Please please me", podemos tener una idea de lo fulgurante de su carrera musical.
Uno de los meteoritos más extraños que ha cruzado el espacio musical del siglo XX en el planeta tierra recibió su nombre de una banda norteamericana, el grupo que acompañaba a Buddy Holly y se hacían llamar The Crickets (Los Grillos). En homenaje, The Quarrymen (Los Canteros), grupo de skiffle del que formaban parte unos jovencísimos John Lennon, Paul McCartney y George Harrison, dieron unos años después paso a The Beatles (beetles o"escarabajos"). Si usted escucha las primeras grabaciones de los de Liverpool, en realidad está oyendo a Buddy Holly and the Crickets, pero todo el mundo se lanza desde alguna parte cuando se tira a la piscina. Los Beatles empezaron tocando skiffle (música de raíces folk y blues nacida en la Nortemérica negra y pobre) que era la música de moda en Inglaterra en los años 50, inspirados por Buddy y su banda, los grupos de chicas norteamericanos de los primeros años 60 (The Crystals, The Shangri-Las", The Shireless"...), Little Richard y otros pioneros del rock and roll.
Los Quarrymen tenían a Pete Best como batería y tocaban en The Cavern, en su Liverpool natal, formando parte de una escena musical denominada merseybeat o beat británico o música beat, ya que Merseyside era el nombre de la región a la que pertenecía Liverpool. El merseybeat tenía un magnífico cartel en Hamburgo y allá se fueron algunos grupos, entre ellos The Beatles, a ganarse las habichuelas. La forma en que Harrison, Lennon y McCartney se deshicieron de Pete Best fue poco edificante y sus motivaciones no han sido reveladas. Solo se sabe que fueron incapaces de decírselo a la cara y que encargaron a Brian Epstein, su mánager, del mal trago. También que este le propuso quedarse en el grupo unos días hasta la incorporación de Ringo Starr, que estaba ya pactada. Un aturdido Pete Best aceptó tocar unos pocos bolos más con los compañeros que le estaban dando la patada.
Aunque en 1963 los Beatles, trabajando para la EMI (como diría Franco Battiato), arrasaban en el Reino Unido, el sello Capitol (sucursal de EMI en Estados Unidos) se negaba a sacar sus sencillos en el país porque no creían que el grupo tuviese posibilidades en el mercado norteamericano. Lo que hizo entonces Brian Epstein, fue arrendar los temas para que sellos más pequeños como Vee-Jay de Chicago o Swan Records, de Filadelfia pudiesen editarlos. Estas compañías publicaron "Please please", "From me to you" y "She loves you". Cuando le llegó el momento a "I wanna hold your hand", Capitol por fin accedió a poner en circulación el single.
Dos noches después del desembarco en Nueva York y tras su paso por el show de Ed Sullivan, 73 millones de espectadores los habían visto en televisión. Durante su semana en EEUU causaron tal furor que el Hotel Plaza, donde habían reservado habitaciones, les pidió que se alojasen en otro lugar ya que no veían posible mantener el orden en el exterior ante la multitud de fans que les aguardaban. El griterío en los conciertos era ensordecedor, los músicos no podían escucharse a si mismos (este fue una de las razones por las que, en una época de medios técnicos aún limitados, el grupo decidiría más adelante dejar de hacer espectáculos en directo).
A todo esto, es justo señalar, y honrar haciéndolo aquel dicho de que "o palleiro son se fai sen palla", que Epstein había convencido a la gente de Capitol para que gastase una cantidad de dinero sin precedentes en publicitar la llegada de la banda al país. La compañía imprimió cinco millones de pegatinas con el lema "The Beatles are coming" ("Vienen los Beatles"). También "convenció" a la estrella de cine Janet Leigh para que se cortase el pelo "a lo beatle".
Una magnífica difusión de un magnífico producto dio como resultado que, dos meses después de su aparición en territorio norteamericano, los Beatles ocupasen con cinco de sus canciones los cinco primeros puestos del Billboard Hot 100, la lista de éxitos de referencia en el país.
Vee-Jay and Swans, que rapidamente imprimieron copias de los singles del año anterior, se hincharon a vender discos de los Beatles. El estatus artístico de estos no dejaría de crecer año tras año hasta su separación en 1970.