Pedro De Lorenzo y Macías
Jesús dijo: deja tus cosas, ven y sígueme
Mateo 19:21.
Fray Francisco Alises Romero hizo suyo este mensaje. Dejó todos sus proyectos e inició el camino que nos señaló Jesús y el mensaje de La Madre de la Misericordia, que le llevó a ingresar en la Orden Mercedaria.
Hace 33 años que nació en Manzanares (Ciudad Real). Cursó sus estudios básicos y se matriculó en la Universidad de Guadalajara, logrando la licenciatura en DUE (Diplomatura Universitaria de Enfermería). Siempre colaboró con su parroquia, ya de monaguillo, ya en el coro parroquial y otras actividades.
Lo encuentro en la sala de Rey Soto, en la Biblioteca Mercedaria del Monasterio de Poio. Le interrumpo en sus indagaciones y.., ¡como siempre!, mi curiosidad es enfermiza. Sin preámbulos me intereso.
¿Qué motivos le llevó para elegir esta Orden Mercedaria?
- Siempre colaboré con mi parroquia. Y como laico comprometido me invitaron a unos coloquios en el Colegio de Las Concepcionistas Franciscanas en Manzanares. El ponente fue el P. Fray Tomás García- Moreno, misionero Mercedario.
Sus palabras eran de alegría, con una sinceridad natural; comentó que su mayor felicidad es cuando resuelve positivamente las necesidades de las personas, sean creyentes o de otras creencias. A nuestras preguntas, nos respondía con claridad y con una convención carismática: “La labor del Mercedario es luchar contra toda clase de esclavitud”. Este pensamiento me absorbió. Bullía en mi mente con frecuencia. Sentí la llamada de Jesús: “Deja tus cosas, ven y sígueme”.
Me puse en contacto con La Orden Mercedaria, realicé los estudios de filosofía y estudié Teología en la Universidad de Salamanca; realicé los “votos” y me concedieron el Diaconado.
Dejamos la biblioteca y fuimos recorriendo el claustro de las Procesiones; le entusiasmó la fuente del siglo XVII, que aún abastece el Monasterio. El agua es un símbolo sagrado para muchas creencias y filosofías.
Pronto recibirás el "orden sacerdotal”. Es un sueño que se realiza e inicias un nuevo caminar.
- Dentro de unos días estoy citado a un cursillo preparatorio para ser uncido sacerdote. Espero compartir este acontecimiento el once de febrero con todos los vecinos de esta parroquia y otras, la celebración de mi primera Eucaristía, en la misa de las 17,30, sábado.
Sobre mi futuro en mi nuevo caminar, estaré en el puesto que me designen; me entregaré a desempeñar el mandado con todas mis fuerzas, humanas y con la ayuda de Nuestra Madre de La Merced, siguiendo “El camino de Jesús”.
Ya hablamos de las distintas corrientes que pululan en nuestro entorno: anticlericalismo: corrientes ateas, críticas a la Iglesia y censuras. Lo tendrá presente y cómo responder ante estos pensamientos.
- Son momentos críticos y más los que se avecinan: el umbral de la pobreza, los sin recursos y techo, los que sufren soledad, ya por enfermedad, ya por su edad. Ante todo, estos posibles acontecimientos, todos, creyentes y no creyentes, tienen la puerta abierta. Intentaremos paliar sus problemáticas lo mejor posible.
Este es nuestro mejor testimonio: “Que estamos a servicio de los demás”. Todos somos hermanos, hijos del Creador. La hermandad, el respeto, la solidaridad son los mejores ejemplos para iluminar a las mentes que están encerradas en un negativismo, tal vez propagandista.
¿Nos podría señalar un mensaje?
- Este Monasterio y Vuestra Parroquia siempre estará abierta a todos. Les invito que nos visiten y tal vez encuentren luz a sus problemas. ¡Qué Jesús os acompañe!
Ensayo: Copyright © Pedro de Lorenzo y Macías.
Fotografías: Copyright © Miguel Selas Canga.