Rafael FJ Rios
Lengüa de Sallent
¿Para qué vamos a andar con subterfugios? En tierras del nacionalismo la lengua se impone por la comunidad de los creyentes desde las mesas ideológicas de esta unidad de destino en lo universal: la lengua en modo dominio. Si se le aplica el Índice de Libertad Humana a la educación maniatada que expiden, el índice salta por los aires porque simplemente la libertad tiende a cero. No hace falta recopilar noticia alguna de sucesos y ataques de la lengua de dominio sobre la cultura y la lengua española que ha de ser desterrada. Un medio ambiente totalitario que convive con una democracia nominal y no efectiva, en cuanto todo el aparato estatal se vuelca sobre la ciudadanía indefensa para reducirlos a su desaparición civil.
No solo el aparato estatal. Decíamos que hay una comunidad de creyentes: sin ellos es imposible que haya palurdos que rodeen un colegio en el que una familia osa denunciar la falta de aplicación de las resoluciones judiciales. El acoso se extiende por la vida común de las gentes con el fin de que nadie levante la voz y para que todos sean conscientes de vivir bajo amenaza, cualquiera que sea, y en primer lugar la amenaza de ser señalados. Extendida por todas las capas sociales, rebelarse es mostrarse y pasa a ser una heroicidad puesto que toda la vida oficial ataca todos los días del año. Y luego las huestes.
Las niñas de Sallent también eran conscientes de que eran diferentes del grupo: pese a la retórica de todas las instituciones que se afanan en su mentira -toda la farfulla de Observatoris culpables no por omisión, por acción- no fueron bien recibidas, no fueron bien atendidas por quienes debían hacerlo, y no fueron bien tratadas por sus iguales, los compañeros de colegio -hijos y nietos de la memocracia catalana encerrada con un solo juguete desde hace 40 años-. Escarnio por hablar español argentino, escarnio por no hablar la lengua de imposición, escarnio por no ser de aquí.
El narciso mediopensionista adscrito al régimen no sabe, no lee, no quiere, no puede. Dentro de la burbuja en cuyos extremos se encuentran los altavoces con ventana a la calle petando las orejas de los pardillos con un martillo pilón: la lengua es el único punto de vista educacional, político, moral. Único, término que rima con obediencia: obedeciendo que es gerundio. Porque todo se reduce a un motivo que genera el resto de motivos: cualquier crío sufre acoso en el colegio por no hablar la lengua de dominio. El problema con el idioma no lo tienen las niñas, la tiene toda la comunidad educativa embebidos de la misión, los comulgantes después, y por último y arriba en el vértice de la memocracia los totalitarios de fortuna. Gente que come de la lengua y que no se van a ganar la vida por su propio esfuerzo jamás.
¿Somos conscientes que en Cataluña se prohíbe de facto la lengua española? Vivir en la lengua española está prohibido por el señor Ubú que cobra un mínimo del 3% en todas las operaciones de entrada/salida. Hoy ya tiene descendientes que pasan por la Caja Nacional para detraer según su puñetera voluntad. ¿Esto es una democracia? Hablar español es una amenaza para el grupo dominante de los orcos que están en el recreo oteando lo que hablan los chavales. Es inimaginable tamaña necedad totalitaria. Puede que pasen años hasta que lleguen a leer la realidad sin orejeras, puede que despierten o puede que nunca lo consigan: no se puede garantizar que caballos muleros tornen caballeros.
PSC: ¿qué hostia pintas ahí eliminando la cultura y la lengua española? ¿No te clama al cielo de la Justicia lo que sabes que sucede todos los días en las aulas sin Libertad?
Pregunta retórica: lo sabes perfectamente, lo quieres así, y al que no se ponga bajo el paragüas totalitario le caen chuzos de punta y que se joda. El régimen nacionalista no duraría ni un minuto si el PSC/PSOE defendiera democráticamente a la ciudadanía. Ni un minuto. Si aplicasen principios democráticos a la educación y a los medios de comunicación principalmente, el régimen caería con estrépito y toda la parafernalia de inútiles comiendo de las mesas del rico Epulón tendrían que ponerse a trabajar por primera vez en su vida. Una sociedad abierta, libre y tolerante. No la basura.
Las niñas de Sallent llegarían a conocer el catalán y a hablarlo con normalidad. No tendrían impedimento alguno para hablar, escribir y cantar en su lengua española. En cambio llegaron a la muerte para borrar de su vida el señalamiento: cultural en primer lugar para dar paso a los otros. Porque primero les inscribieron en su espíritu el círculo amarillo ¿eh Iceta?.