Lucía Lourido
Yo te ayudo, que ya me ayudarán
Hoy he salido a la calle con ganas de ayudar a la gente
Pasa una señora con las bolsas de la compra y pienso:
-¿Y si le pregunto si le puedo echar una mano? Pero yendo en sentido contrario es un poco tonto. Además hoy en día toda vestido de negro, seguro piensa la pobre ancianita que la voy a atracar... ¡Mejor se lo digo a la próxima que vaya hacia allá!
En esto que recibo un mensaje de whatsapp: una compañera que está trabajando de teleoperadora, vendiendo por teléfono, se empezaba a desanimar. Primero intentas darle algún consejo, pero luego ya no sabes cómo animar.
Le pregunto cuál es la frase que tienen que decir a la gente cuando descuelgan sus teléfonos. Entonces le propongo las frases que decíamos cuando trabajaba de distribuidora por las puertas, seleccionando las que podrían valer para decir por teléfono:
-Yo diría algo de amabilidad extrema aconsejo a mi amiga y con mucho entusiasmo, como nos mandaban a nosotros, para romper el hielo, para generar confianza y buen humor:
"¡¡¡¡BUENOS DIAAAAS!!!! ¿¿¿QUÿ TAL ESTÁ??? ¿¿BIEN?? ¿¿Ya ha tomado su cafecito??"
O:
"¡Qué buen día hace hoy!"
O:
"¡No se olvide su paraguas al salir hoy!"
O
"Le llamo para informarle de que coja su paraguas si va a salir hoy. Es broma, en realidad llamo para" (y ahí ya lo desconcertaste y ya te presta atención).
Siempre con un tono positivo y entusiasta, porque según hables a la gente, así te van a hablar a ti, que maleducados y bordes por naturaleza va a haber siempre, pero sí puedes despertar la simpatía de mucha gente.
"¡Tÿ PRUEBA, Y PERSISTE!"
Cuando vuelvo ya para casa, me encuentro a una antigua compañera de clase.
Me dice que está dando clases a unos niños por el ayuntamiento. Que un día, desesperada, fue allí y les dijo:
-Mira, yo sé muchas cosas, estudié mil carreras, puedo dar clase de muchas materias, ¡pero nadie me da la oportunidad!
Entonces le cedieron un local.
-¿Y por qué no les propones más clases allí?
-Es que no quieren montar una academia
-Pero no tienes por qué montar una academia, puedes organizar un taller o algo. Mira, acabo de ver un folleto en una copistería en que anunciaban talleres artísticos para niños, en los cuales se desarrollaba su "inteligencia creativo-plástica-visual" (entonces ahí ya me empecé a entusiasmar) ¡o como los que están delante del ayuntamiento! Montaron un chiringuito con atracciones para entretener a los niños y los padres los dejan allí mientras se van a hacer las compras. Piensa algo ¡seguro que les gusta algo innovador!
-¡Tienes razón! ¡Me acabas de dar una idea!
-¿Sabes qué? Si tantas cosas estudiaste, ¿por qué no me mandas la lista por correo y te digo qué ideas se me ocurren para organizar algo creativo?¡¡Ahora me voy que me estoy congelando!!
-¡Si! ¡Gracias! ¡¡Eres un encanto!!
A lo que contesto sin tapujos mientras me alejo sonriendo helada por el frío
-...¡Ya lo sé!
En la misma acera, 10 metros más abajo, me encuentro a un primo.
-Oye, primo, estoy organizando este proyecto, se trata sobre
-¡Creo que te puedo ayudar!
Yo pienso ayudar a quien pueda. Después ¡ya me ayudarán!