Antón Cruces
Paparruchas
Las Navidades: misterio del Universo. Coñazo y magia a partes iguales. Llegan las comidas familiares, las cenas con los amigos,con los compañeros de empresa, los amigos invisibles, al anuncio de la loteria...
Son esos días especiales en los que las parejas con hijos discuten "cómo vamos a hacer este año" durante semanas par acabar haciendo lo de siempre; los hijos de padres divorciados se las ingenian para tener contentos a los dos bandos; los menús se repiten año tras año, al igual que las borracheras que en 2012 juramos nos volvernos a agarrar sin un buen motivo.
El coñazo de tener que aguantar a esos parientes lejanos cristaliza un año más. La edad no les sienta nada bien, pero hay que echarle redaños al asunto y fingir que todo va bien. El espíritu de la Navidad bien se merece eso.
Los años van pasando y uno brinda, en silencio, por los que ya no están y saluda con una sonrisa a los recién llegados, como si la vida fuese una canción de Mecano. Miren, por ejemplo, la Casa Real. Vale es Real, pero al fin y al cabo es una familia que tiene sus cosas, como todas. Hace no muchos años Urdangarín y Marichalar (los nuevos) se echaban juntos un cigarrito en la terraza mientras el suegro se disculpaba:
Chicos, doy el discurso y cenamos ya, perdonad.
Tranquilo majestad, que Nóos lo estamos pasando bien de charleta dice animado Urdangarín que es la primera vez que pasa el día de Nochebuena en Palacio.
Juan Carlos se cruza con Sofía por el pasillo y le dice:
Parecen buenos chicos...saca el Pacaharán.
Ella sonríe con la mirada y le da una cachetada en su regio culito mientras Juan Carlos lo esquiva de un pequeño salto.
Eran buenos tiempos.
Estas fechas siempre me recuerdan a mi abuela. La pobre está ya muy mayor, pero hace años, cuando la vejez le molestaba pero aún le daba algo de tregua, la mujer siempre tenía un sobrecito preparado por Navidad.
Igualito que Bárcenas.
Me imagino la sonrisa avariciosa de aquellos que cobraban al ver aparecer a Luis "El cabrón" en la lontananza.
¿Qué tal te has portado este año chavalín? dice Bárcenas mientras pellizca con fuerza la mejilla, que se va poniendo roja, de un alto cargo del partido.
Bi-bien Don Luis. ¿Hay algo para mí?
Sabes que sí, cabronazo, aquí tienes Luis le desliza un fornido sobre blanco en el bolsillo de la americana.
¡Feliz Navidad Don Luis! grita emocionado el pequeño mandamás al acariciar con las yemas de los dedos el calibre del aguinaldo.
¡Bah! ¡Paparruchas! responde Luis, hasta las pelotas de recorrer el edificio como un Baltasar cualquiera.
Las cosas han cambiado mucho en los últimos tiempos tanto para la Casa Real como para el buen samaritano Bárcenas. Hastíados de tanta historia, miles de españoles nos olvidamos de la crisis durante unas horas para (si el 2013 no ha sido muy perro) cenar lo mismo que el año pasado y emborracharse de nuevo con viejos y nuevos amigos. En estos días pasamos de pensar en el recibo de la luz de enero (jugada chabacana donde las haya) y hacemos caso omiso a personajes como Pedro Gutiérrez , ya saben, el militante de las Nuevas Generaciones del PP de Badajoz (anormal profundo el pobre) que escribió en su cuenta de Twitter esta joya navideña a ritmo de zambomba.
"Por mí como si vuestros novios os abortan a palazos mientras no salga de mi dinero...hacer lo que queráis".
Amén hermano. ¡Qué derroche de sensibilidad, empatía y raquitismo mental! A ver si estas navidades te calientas cerca de una chimenea y te empuja Papa Noel, así nos hace un regalo a todos, Menudo error Pedrito. No es "hacer lo que queráis", es "haced lo que queráis". Después se disculpó, más tarde se puso chulo, pero bueno... he decidido que nadie me va a fastidiar estas fiestas de paz y amor, y menos un tontolaba como este.
Uno se asoma a la puerta del 2014 con ilusión, acojonado perdido, pero con ilusión. ¿Qué nuevas noticias y descubrimientos nos esperan? A ver si mejora la cosa de una vez por todas, algún año tiene que ser y desde el Gobierno dicen que ven brotes verdes...
...pues será marihuana navideña.
Que la pasen a ver si los vemos nosotros también.
Mientras tanto disfruten de estas navidades, pueden ser irrepetibles.
¡Salud hermanos!
* Puedes leer otros artículos de Antón Cruces en: Cartas a 1985