Lucía Lourido
Tratamiento cáncer II
Estimados lectores, lamento que veáis mi artículo como poco serio. Serio es que sea tanta la manipulación de los medios que ni nos planteemos que puedan existir otras opciones al respecto de lo que se ha establecido como correcto. Que no existan otras realidades más allá de lo presentado como "cierto". Pienso que antes de decir que alguien es ignorante, deberíamos preguntarnos ¿y si en lo que dice hay algo de verdad? Puede darse que haya algo que uno mismo desconoce. Con lo que voy a escribir a continuación no pretendo convencer a nadie ni decir que sea la verdad absoluta. Trato simplemente de presentar opciones alternativas a lo que se nos ha hecho creer que es el único modo de "curar".
Pero que se desconozca algo no quiere decir que no exista.
Además, que se difundan formas gratuitas o mucho menos costosas de hacer frente a enfermedades no es económicamente interesante. Las sustancias en estado natural por ejemplo, no se pueden patentar como tales si no hay una mínima transformación. ¿Qué empresa se beneficiaría así? Ninguna. Y la industria farmacéutica es una empresa más, que mira por sus intereses y su bolsillo en vez de velar por el bien de la ciudadanía (similar a lo que nos sucede con los políticos). Es obvio que dejar morir a gente, las guerras, comercializar armas, contaminar, la corrupción y toda una línea más de etcéteras está mal. ¿Por qué se permite entonces? Porque interesa económicamente. Pues con la salud igual. Se habla de desalmados o charlatanes que se quieren aprovechar de la gente con estas técnicas "alternativas"... pero la gente no pone ni siquiera en duda, que quizás los que ya se estén aprovechando sean muchos (que no digo todos) del sistema convencional ¿Os habéis permitido el beneficio de la duda?
Si a pesar de las fuentes mencionadas a continuación y que son sólo una pequeña recopilación de todo lo que se puede encontrar en Google (otro instrumento económico y por lo tanto parcial, que recoge información de medios también parciales) si ninguno os sirve, entonces quedaos con que mi relato titulado Tratamiento cáncer es una mera opinión (por eso escribo en esta sección, no en ninguna llamada "artículos de investigación") y tampoco pretendo optar a un Premio Nobel. Como ya he dicho en mi primer relato en PontevedraViva, escribo aquí para "hacer pensar en contra de lo establecido". Si queréis quedaros con algo bien, y si no, bien también (es mi opinión, aunque por lo que estoy descubriendo no es sólo mía)
Sobre los intereses de la industria farmacéutica:
Me pareció muy interesante el artículo del terapeuta Fernando Rivadulla (quien por cierto ha resuelto satisfactoriamente cuatro casos de cáncer) sobre las "verdades" y creencias de la sociedad en materia de salud. En él se cuestionan dichas creencias así como las informaciones "oficiales" y consideradas por tanto como las únicas válidas. Fue el primer artículo que leí al respecto y a mí me hizo conocer cosas que ignoraba. Personalmente, y sólo es una opinión, creo que nadie posee la verdad absoluta y que, si estamos seguros de lo que pensamos (es más, si tan seguros estamos de lo que pensamos) ¿por qué no acercarnos de manera respetuosa a otras formas de pensar? ¿Y si tuvieran un 1% de verdad sobre la realidad? (que nadie posee al 100%) http://fernandorivadulla.com/articulo-verdades-y-creencias-en-materia-de-salud/
Por su parte, el periodista Miguel Jara en el libro Laboratorio de Médicos habla de la presión que ejercen muchos visitadores o "Informadores Técnico Sanitarios" sobre los médicos para que receten los medicamentos más beneficiosos (más beneficiosos, por supuesto, para las empresas).
Si tenéis una tienda, es obvio que intentaréis vender lo máximo posible, y si es cien veces el artículo más caro, mejor. ¿Pero qué sucede si el sector que comercializamos es el de la salud? ¿Nos interesa que la gente esté sana? En realidad NO. Si todo el mundo se curara con la pastilla que le recetan y estuviese sano se inventarían nuevas necesidades como hacen los expertos en marketing, y en este caso, nuevas enfermedades. Es como las cremas de la cara, se crean necesidades: para hidratar, para limpiar, para tonificar, para la noche, para la mañana, para rejuvenecer, para rellenar arrugas, para reafirmar, para la elasticidad, para la suavidad ¡O los champús del pelo! Eso ya es descomunal: ya no sólo hay para cabellos lisos, teñidos, con caspa, sin ella... NO, ahora, además, hay para cabellos ondulados de rizo pequeño y de rizo más amplio ¡POR FAVOR! ¿Pero en qué nos hemos convertido? Vale que esté bien hidratar y limpiar, por supuesto, pero seguro que mis abuelas tenían la piel y el pelo tan bien o incluso mejor que yo, y no usaban nada de eso. No digo que esté en contra de la ciencia y de los avances, para nada, me encantan y no abogo aquí por un mundo "destecnologizado". Pero sí un poco más humano. ¡Sentido común, por favor! No nos creamos todo lo que nos quieren vender (y me lo digo a mí misma también). Me detengo mucho en esto, más que en explicar incluso qué es acidificación o alcalinización ya que para ver algo nuevo, primero hay que estar abierto a ello, poner en duda los conocimientos que ya poseemos. Continúo:
Por eso, muchas de las pastillas sólo curan los síntomas, la razón aparente, en vez de ir al origen de la enfermedad y su causa real. Así se recetan, recetan, recetan y siguen recetando pastillas a dolor, aunque te quiten un síntoma y te pongan otro. Es como creer que limpias la casa por meter la basura debajo de la alfombra. Eso, no es normal, aunque ya estamos tan acostumbrados que sí nos lo parece.
Me parece extremadamente interesante la entrevista a Miguel Jara, que por motivos de espacio no puedo copiar y pegar aquí, así que os dejo el link: http://mini-leaks.com/hot-topics/miguel-jara-%E2%80%9Clos-intereses-de-la-industria-farmaceutica-son-contrarios-a-los-de-la-poblacion%E2%80%9D/)
Más argumentos sobre lo dicho en el documental "Cut Poison Burn" (cortar, envenenar, quemar, en referencia a la cirugía, quimioterapia y radioterapia) en el que se entrevista a oncólogos, investigadores, políticos, homeópatas y pacientes mostrando las dificultades de estos últimos quienes, además de luchar contra su enfermedad, se encuentran con que deben luchar contra los obstáculos de la industria farmacéutica y los monopolios médicos cuando intentan seguir medicinas alternativas.
Y es que es normal que no se quieran someter a los tratamientos convencionales, estudios como los publicados en la revista Nature Medicine o por la Universidad de Navarra, corroboran el daño que la quimioterapia provoca en las células. ¡Incluso hay uno que revela que el 70% de los oncólogos entrevistados no se sometería a este tratamiento!(http://www.nature.com/nm/journal/v18/n9/full/nm.2890.html)
Una comparación que me hizo pensar muchísimo, fue la del ex oncólogo pediátrico, el doctor Alberto Martí Bosch en el III Congreso Internacional sobre Tratamientos Complementarios y Alternativos en Cáncer:
"Se nos dice que cuando aparece un tumor lo primero que hay que hacer, si se puede, es "cortarle la cabeza"; es decir, usar la cirugía. Y en caso de no poder se plantea entonces la radioterapia; es decir, achicharrar al tumor, "enviarlo a la hoguera"; bueno, más bien llevar la hoguera hasta él. La otra opción sería la quimioterapia, es decir, "envenenarlo". Y se añade gratuitamente que si todo eso falla no se puede hacer nada más. En suma, al oncólogo moderno se le sugiere que puede "cortar, quemar o envenenar", acciones más propias del siglo XII que de un sofisticado siglo XXI". (http://www.espaciodepurativo.com.ar/dicen_medios/comprender_enfermedades.php)
En el próximo artículo:
-La alimentación y su relación con el cáncer.
-La acidificación y la alcalinización.
-El poder de las emociones: Gregg Braden (investigador científico) "al cambiar la manera en que nos sentimos cambiamos la química de nuestro cuerpo".