La más reciente operación antidroga desarrollada por la Guardia Civil y la Policía Nacional ha logrado la detención de seis personas en las provincias de Pontevedra, Ourense y Salamanca como presuntos integrantes de un grupo que supuestamente engañaba a narcotraficantes con falsos cargamentos de droga.
De esos seis sospechosos, dos fueron detenidos el miércoles en el marco de una serie de registros realizados en San Vicente do Mar, en O Grove.
Estas dos personas pasaron a disposición judicial en Cambados este jueves y, según ha informado el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), la magistrada del Juzgado de Instrucción número 3 decretó la puesta en libertad de los dos.
La Fiscalía no pidió su ingreso en prisión y la jueza, por lo tanto, no pudo aplicarlo. A uno de los detenidos le impuso la obligación de comparecer semanalmente en el juzgado donde tenga su domicilio.
La operación la dirige un juzgado de Salamanca que, en Galicia, también envió un exhorto al Juzgado de Xinzo (Ourense) para realizar un registro en esa localidad. Allí fue detenido un menor.
El operativo conjunto comenzó el martes en Salamanca y siguió el miércoles en O Grove y Xinzo.
La investigación sigue abierta y no se descartan más detenciones.
El subdelegado del Gobierno en Pontevedra, Abel Losada, contextualizó esta operación en las disputas entre delincuentes. "Los delincuentes van un poco por delante muchas veces de las Fuerzas y Cuerpos de seguridad y muchas veces entre ellos compiten en el mismo mercado", señaló en Vilaboa.
En este caso, aparecieron fardos falsos en playas que, según explica Losada, "forman parte de un mecanismo de engaño entre bandas de narcotraficantes a la hora de apropiarse de cargamentos que no son para ellos y timan a otros delincuentes".
La aparición de estos falsos fardos resultó "un poco sorprendente" y la investigación policial le dio una explicación, si bien Losada reconoce que evidencian que, además de tener falsos fardos, "evidentemente también tendrán fardos verdaderos para hacer su negocio".
Este tipo de conflictos entre delincuentes, tal y como reconoció el subdelegado del Gobierno, "suponen un incremento de la inseguridad ciudadana".