Los vecinos de Mourente y Bora que carecen de saneamiento, muchos de ellos presentes en el Pleno de este lunes, lograron un notable apoyo a sus reivindicaciones. Tras amenazar con movilizarse si no encontraban respuesta a sus demandas, la corporación municipal aprobó por unanimidad dirigirse a las tres administraciones implicadas en este proyecto, el Ministerio de Fomento, la Xunta de Galicia y el propio Concello, para que busquen una solución.
En concreto, instan a Fomento a cumplir el convenio firmado con Pontevedra en materia de carreteras, que incluye la humanización de la N-541, una actuación aún pendiente de afrontar. Además, el gobierno municipal se compromete a la redacción y licitación de este proyecto de saneamiento y a darle prioridad dentro del nuevo convenio de saneamiento para el rural pontevedrés y cuya firma, todos los grupos políticos, exigen a la Xunta de Galicia.
Fue después de que el Partido Popular presentara una moción, ampliada posteriormente por el BNG, para que el gobierno municipal dotase de una completa red de saneamiento a los vecinos de O Pazo, Carabelos e Eirós (Mourente), en el ámbito de la N-541, y a los habitantes de Eirados, A Corbal y O Teso (Bora), que demandan desde hace años, según Jacobo Moreira, que se les proporcione este servicio básico, "algo que les corresponde por derecho".
Moreira aseguró que "no es una obra de lujo, sino un servicio esencial" y acusó al gobierno de Fernández Lores de dejar a estos núcleos de población fuera del convenio de saneamiento firmado por la Xunta de Galicia. El portavoz del PP destacó además que el Concello de Pontevedra se comprometió con Fomento en 2009 a redactar y licitar un proyecto para esta zona, valorado en 900.000 euros, "algo que sigue sin ser cumplido cinco años después".
Demetrio Gómez Junquera (BNG), ante estas críticas, quiso destacar el "esforzo" realizado en los últimos años para que el 93% de los habitantes de Pontevedra "poidan conectarse ao saneamento", y apuntó que para dar servicio al 7% restante haría falta unos 20 millones de euros. Se trata de una inversión, dijo, que el gobierno municipal "non pode realizar só", sin el apoyo de otras administraciones.
También el alcalde, Miguel Anxo Fernández Lores, quiso intervenir en este punto para recordar que hace quince años cuando el BNG accedió a la alcaldía "nin un só veciño do rural" tenía conexión con el saneamiento, mientras que actualmente lo tienen más de 19.000 personas "e só quedan mil e pico". Frente a esto, señaló, hubo "40 anos de goberno do PP, incluindo o franquismo", en donde no se abordó esta cuestión "a excepción do colector da Brilat que tantos problemas nos da".
En este sentido, desde las filas del PSdeG-PSOE, Agustín Fernández, también aseguró preocuparse por las demandas de los vecinos, pero rechazó que la responsabilidad por la falta de saneamiento en estas zonas sea solo del Concello de Pontevedra. Además, recordó que fue un socialista, Pachi Vázquez como conselleiro de Medio Ambiente, el primero en preocuparse por el rural pontevedrés en materia de saneamiento.